La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) no está realizando los controles de alcoholemia que se hacían en conjunto con fuerzas municipales una vez por semana y provinciales una vez al mes. El operativo Alcoholemia Federal está suspendido. No hubo operativo verano en las rutas después de más de 20 años. “No hay combustible para que los vehículos realicen operativos ni caja chica para la compra de toner para impresoras”, señalan en la Agencia. “Es la primera vez que no se hace. Tampoco se están entregando los plásticos para emisión de licencias de conducir”.
La Agencia Nacional de Seguridad Vial es un ente descentralizado que depende de Infraestructura y está paralizada desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Tras la renuncia de Guillermo Ferraro y el traspaso de las funciones del Ministerio de Infraestructura a Economía, este organismo pasó a depender de Luis Caputo. Desde la ANSV aseguraron a El Destape que “no hay objetivos fijados para este año” y que hay 658 agentes parados a lo largo y ancho del país. Con Milei, la ANSV pasó de los controles en rutas nacionales junto a fuerzas de seguridad a una mera agencia testimonial”.
La Comisión Nacional de Regulación de Transporte tampoco tiene un funcionario a cargo. Fue designado Edgar Pérez, pero nunca salió el nombramiento, por eso el organismo también está parado. La comisión controla “las medidas de seguridad operacional”.
Sin control de alcoholemia, renovación de licencias ni controles de seguridad, aunque no lo sepan, hoy los argentinos viajan corriendo peligros que no existían antes de la llegada de Milei al poder. El desinterés por los asuntos del Estado, el desfinanciamiento general y la falta de cuadros para completar el organigrama estatal tienen consecuencias para quienes circulan por el país.
Milei debe cubrir 4500 puestos y hasta ahora solo hay 1200 designaciones. Algunos lugares están cubiertos por funcionarios de Alberto Fernández, pero no les dan tareas. Casi tres mil puestos están acéfalos.
El presidente ha dicho que el Estado es un violador en un jardín de infantes. También que es una organización criminal. Los argentinos lo votaron bajo esas premisas. Pero está claro que uno y otros desconocen lo que parece una obviedad: no se puede vivir sin Estado porque se ocupa de infinidad de cuestiones que hacen a la vida cotidiana de empresas y personas. Si Milei fuera intendente no andarían los semáforos.
Recordemos a los teóricos del Estado por un momento. El Estado, según Hobbes, “surge para garantizar la vida del hombre que no se puede garantizar en el estado de naturaleza. El Estado evita que los hombres terminen unos con los otros. Ahora bien, puesto que vivir en estado de naturaleza es calamitoso y poco beneficioso para el hombre, éste se ve compelido con otros a llevar a cabo un contrato que garantice su vida y la paz: el Estado”. Rousseau decía que para vivir en sociedad los seres humanos acuerdan un “contrato social implícito que les otorga ciertos derechos a cambio de abandonar la libertad absoluta de la que dispondrían en estado de naturaleza”.
¿Quiénes son los que venden el nuevo modelo de libertad sin Estado? Los que ganan en una guerra de todos contra todos: los más poderosos. Pero esa vida sin Estado y todos contra todos explota rápido. En solo un par de meses se multiplicaron los conflictos con maestros, trabajadores del transporte, médicos y enfermeros, entre otros; como también los conflictos entre propietarios e inquilinos, afiliados a las prepagas con las empresas…y la lista sigue. Milei propone un sistema anárquico inviable.
El conflicto con Chubut que eclosionó la relación del presidente con casi todos los gobernadores no es solo porque Milei quiere ajustar: también porque no comprende o no le interesa que los estados provinciales tengan responsabilidades irrenunciables para con sus habitantes.
Quién cuida la salud
«Mi hermana fue diagnosticada con Linfoma de Hodgkin en 2019. Desde entonces la Nación le estuvo dando la medicación para su tratamiento de quimio. Es una medicación sumamente costosa. Desde diciembre no tiene ningún tipo de respuesta, lo que hace que esté sin su tratamiento», explicó a este medio Gustavo Quintana, hermano de Celeste, la paciente.
“Estamos muy preocupados porque desde el 10 de diciembre la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE) no está entregando medicamentos. Hay gente que está esperando sus drogas, no se las entregan y nadie se está moviendo. No hay cargos ni hay firmas y no se sabe quién se va ser la persona a cargo. Lo único que existe es la firma de la ministra Sandra Pettovello, y la de Pablo de la Torre”, denunció la semana pasada desde su cuenta personal en la red X Florencia Braga Menéndez, titular de Alianza Argentina de Pacientes (ALAPA). “La gente está desesperada”, señaló a El Destape Braga Menéndez.
En farmacias faltan medicamentos y los usuarios, si los consiguen, en muchos casos deben pagar el precio pleno y luego rogar para que la obra social les reconozca el descuento. En los últimos dos meses aumentaron un 110%. Según datos del Centro de Profesionales Farmacéuticos, en enero se vendieron 10,8 millones de unidades menos que hace un año. Mientras tanto, los afiliados de las distintas prepagas y obras sociales sufren prórrogas en cirugías de alto riesgo ya programadas, falta de atención en general y de acceso a los medicamentos. La salida del Estado causó estragos en la salud de la población.
De acuerdo con los datos abiertos del Presupuesto, existe un gasto presupuestado para Salud -prorrogado del año anterior-, de 56,8 billones de pesos, de los que solo se ejecutó en enero el 0,4 por ciento.
El viernes se supo que los hospitales públicos no tienen garantizado el cobro de sus prestaciones. La Superintendencia de Servicios de Salud dejará de ser intermediaria entre los casi 1100 hospitales públicos en todo el país y obras sociales para el cobro de prestaciones a afiliados.
El Estado se está desentendiendo por completo de la salud de los argentinos. Así, Milei lo convierte en una verdadera organización criminal que se cobra vidas por desidia, desinterés, torpeza y ajuste.
Quién garantiza los alimentos
A partir del DNU, el Estado se desentendió de la regulación de la comercialización de alimentos. La derogación de la ley de góndolas, por ejemplo, generó una menor variedad de productos, especialmente de pymes, y un mayor poder de las grandes marcas que aprovecharon la ventaja para incrementar aún más sus precios.
Gustavo Caciotti, dirigente de APYME y dueño de un minimercado en Mar del Plata, señaló a El Destape que, a partir de la eliminación de la ley de góndolas, «en fideos es común ver únicamente las marcas elaboradas por Molinos Río de la Plata», ya que «Matarazzo, Luchetti, Don Vicente, Rina, Terrabusi, Don Felipe y Favorita son todas provistas por el mismo proveedor». Caciotti señaló que «en mermeladas, vemos cómo empiezan a aparecer únicamente las marcas elaboradas por ARCOR, La Campagnola o BC, y las marcas que en su momento estaban, porque era obligatorio que existieran como mínimo cinco proveedores, hoy por hoy ya no se las ve».
El consumidor sufre así un mayor aumento de precios de bienes de consumo masivo por efecto de la monopolización o cartelización.
Los autoservicios mayoristas, en los que se proveen los almacenes, señalan que el fin de los acuerdos y controles de precios llevó a una suba de precios en mayor medida que el fin de la ley de góndolas.
Es posible pensar que esto fomentó, entre muchas otras causas, la aceleración de la inflación mayorista en diciembre hasta un 54%.
Quién cuida del trabajo
«No tenemos con quién hablar, cuando fuimos no nos hicieron una oferta salarial y pese a que anunciamos un paro, nadie nos contactó», relata a este medio un dirigente que representa a trabajadores del transporte. La falta de diálogo podría parecer una estrategia para dilatar los aumentos y licuar salarios, pero desde los gremios alertan que el Ministerio de Trabajo no tiene nombramientos en cargos clave que impiden el normal funcionamiento de la ahora secretaría.
El Gobierno no designó a un director de Asuntos Jurídicos que es un puesto clave que atiende las demandas laborales. Tampoco tiene nombramiento en la que era la subsecretaría de Articulación Territorial, que se encarga del vínculo con todas las oficinas de empleo de la Argentina. El área de Asociación Sindical que regula elecciones en gremios y que previene conflictos tampoco tiene jefes.
«No se pueden pedir suministros para la Secretaría de Trabajo, porque no tenemos un director que firme», explican fuentes dentro de la cartera que dirige Omar Yasín. “No hay nombramientos porque tampoco está la estructura, no hay organigrama porque la ministra de Capital Humano no aprueba nada”, sostuvo un funcionario de carrera que aun permanece en el edificio de la Avenida Alem.
Quién controla que tengamos luz
De acuerdo con los datos del presupuesto nacional devengado, las transferencias en concepto de subsidios a las empresas de energía fueron “cero”, pese a contar con un presupuesto adjudicado por un total de 2,8 billones de pesos.
Durante el fin de semana de Carnaval, las empresas Edesur y Edenor tuvieron serios problemas en el suministro eléctrico y dejaron a más de 23.000 hogares sin energía en 15 localidades bajo su jurisdicción. Los controles del ENRE, ¡afuera!
Los cortes del suministro por parte de ambas sociedades no son nuevos. Su marca de origen es la permanente falta de inversión, que se percibe cada verano. El Estado debe controlarlas a través del ENRE. Sin embargo, el presidente Javier Milei desprecia toda herramienta de control gubernamental. Ergo, las empresas pueden hacer y deshacer a su antojo.
Así gestiona el Gobierno, al mismo tiempo en que se encamina a un aumento de tarifas cercano al 300%.
El cuadro se agrava cuando los funcionarios que deberían velar por el servicio público de la electricidad formaron parte del mismo grupo empresarial al que deberían regular y controlar. El secretario de Energía de Milei, Eduardo Chirillo, tiene lazos con el Grupo Vila – Manzano, el grupo empresarial que es dueño de Edenor.
Quién cuida a las trabajadoras de casas particulares
María Rosa tiene 57 años, trabaja como empleada de casa particular en countries de la zona de Canning. Trabajó toda su vida en este rubro y recién a fines del año pasado logró que la formalicen a través del programa Registradas, que llevaba adelante la AFIP. Vive en Esteban Echeverría. El impacto de la crisis económica hace mella en su poder adquisitivo a través del tarifazo del transporte y el costo de los productos de la canasta básica.
De esta historia se desprenden tres medidas regresivas tomadas por el gobierno de Milei: el cierre del programa Registradas, que consistía en el pago del 50% del sueldo por parte del Estado durante seis meses para fomentar la registración, el aumento de la tarifa de transporte y el ataque a los sindicatos con foco en el género femenino, que sufren aún con mayor fuerza la vulneración de derechos y la licuación de salarios.
Quién se ocupa de la gestión del fuego
¿Qué ocurre cuándo un Gobierno no designa a la persona que debe encargarse de las políticas sobre el manejo del fuego? La respuesta queda a la vista: una ausencia de responsables nacionales en los controles y la prevención de los incendios forestales, como los que ocurren en La Patagonia.
En Los Alerces los focos arrancaron el jueves 25 de enero. Se iniciaron en la zona del arroyo Centinela, a la altura del Lago Futalaufquen, en lo que hoy es el Parque Nacional los Alerces (Chubut), territorio Mapuche Tehuelche. Y luego el incendio se extendió a otros terrenos que están en jurisdicción de la provincia de Chubut.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, unos de los ajustes más fuertes evidenciados por las provincias estuvieron vinculados, durante enero, a las políticas ambientales. «Los ajustes más relevantes del gobierno nacional estuvieron en políticas ambientales, con una merma del 83 por ciento en la comparación interanual”, explicó el último informe de la OPC.
El periodista Jorge Lioti publicó en estos días en el diario conservador La Nación: “Los comedores agotan reservas y en dos semanas se quedan sin insumos; las madres advierten que no podrán mandar a todos sus hijos a la escuela y terminan priorizando a los más pequeños; la asistencia estatal queda tan atrasada que ya no alcanza para cumplir su función original. Y un destructivo componente adicional, que en la crisis de 2001 no estaba presente: la profunda penetración del factor narco». «Los pibes de 16 años, que no van a la escuela, y están en una familia empobrecida, van directo al paco y de ahí salen de caño. Esto es algo cada vez más generalizado”, retrata un viejo conocedor del conurbano. «Por eso hubo tantos casos de delitos con violencia extrema en las últimas semanas”.
Milei tiene un profundo desprecio por el Estado que preside y sus primeros pasos indican que vino a destruirlo. Da la impresión de que lo único que le interesa es lo financiero. Ni siquiera la economía real. Para lograr su objetivo se propuso llegar a déficit cero el primer mes de su gobierno. Afirma incluso que tuvo superávit. Pero es un superávit falso porque dejó de afrontar gastos y transferencias indispensables para la convivencia pacífica y además en muchos casos lo logró violando la ley, como el caso de Chubut y otras provincias. Milei liberó el precio de los alimentos que aumentaron hasta el 300 por ciento y suspendió los envíos a más 40 mil comedores populares. Sin Estado la vida es un infierno.
Del Estado omnipresente de Cristina, que te llevaba al colegio en un colectivo subsidiado casi gratis, te daba los libros y la computadora gratis pasamos al otro extremo con un No Estado. A este paso no habrá trenes ni clases ni hospitales ni universidades. Y habrá que ver si hay vacunas, arreglos de rutas y agua potable. Cuando pase todo esto los argentinos volverán a aceptar el consejo de Rousseau y renunciarán a un poco de libertad para vivir en comunidad. Habrá que ver cuánto tiempo tardan en comprenderlo y cuánto daño irreversible costará la experiencia.
Informe: Lucas Bo, Gino Viglianco, Cristian Carrillo, Rodrigo Núñez, Antonella Bernetti, Sebastián Premici, Javier Slucki