Se conocieron de niños en un ambiente de toros, cantaores y tablados. Se enamoraron de adultos, cuando la vida los esperó con paciencia a que hicieran sus propios duelos. Un retrato de la mujer que se reinventó una y otra vez y brilla al lado del Rey Sol
Además de vivir un presente profesional llevo de éxitos, el panorama personal de Luis Miguel parece ir a la par. Aclamado en cada rincón del mundo donde se presenta, El Sol de México brilla como nunca antes. Atrás quedaron los años oscuros, las tormentas internas y los desencuentros afectivos que marcaron su carrera; hoy se lo ve pleno, feliz y acompañado por Paloma Cuevas, la mujer que supo conquistar su corazón y que estuvo a su lado en la reciente visita a la Argentina, donde cierra su aclamada gira mundial.
La imagen que encabeza esta nota sigue sorprendiendo y contrasta con un pasado más huraño y no tan lejano del artista. Pero hoy el semblante es otro. Sonriente, rendido a las súplicas de sus fanáticas que lo aguardaban en un reconocido restaurante de Puerto Madero, donde compartió una cena junto a parte de la crew con la que viene girando hace un año y medio. De su mano, siempre Paloma, sostén y aliada fundamental de este renacer. Como si la fama que a ella también la acompaña desde niña sirviera como antídoto para vencer ciertas fobias.
Paloma no es una persona más en el horizonte amoroso del cantante. La historia entre ellos viene de lejos, de una infancia compartida entre familias que ya estaban unidas por el arte y la tradición. Mientras Luisito Rey, padre de intérprete de “La incondicional”, cantaba en las plazas de toros, Victoriano Valencia, el padre de Paloma, brillaba como torero. Así fue como los caminos de los dos niños se cruzaron por primera vez.
El trasfondo de la vida de Cuevas deja ver que es mucho más que la novia de, y que, sobre su españolísimo linaje, supo construir su propio camino fronteras afuera. Nacida el 11 de septiembre de 1972 en Madrid, pasó gran parte de su infancia en Córdoba, en el seno de una familia que respiraba disciplina y pasión. Su padre, un referente de la tauromaquia, y su madre, la reconocida bailaora Paloma Díaz Combarro, la criaron en un entorno donde el esfuerzo y la dedicación eran parte del día a día. De ese equilibrio entre glamour y sacrificio surgió una mujer emprendedora y multifacética, que supo brillar en diferentes campos.
Tras completar sus estudios en Administración de Empresas en Boston, Estados Unidos, Paloma incursionó en el mundo del modelaje y poco después, en el ámbito empresarial. En 2016, lanzó una colección de joyas junto a Yanes, una firma española de larga tradición, donando el 20% de las ganancias a la Fundación Aladina, dedicada a mejorar la calidad de vida de los niños enfermos de cáncer. Y su faceta empresarial no terminó ahí. Junto a su amiga Susana Gil, creó Piccolo Mondo, una tienda de mobiliario infantil gestionada a través de la sociedad Babycari S.L., que en 2019 logró una facturación superior a los 500 mil euros. Además, colaboró en más de una ocasión con Rosa Clará, la famosa marca española de vestidos exclusivos, con quien lanzó en 2022 una colección de alta costura para fiestas y cócteles, reconocida por su sofisticación y su elegancia atemporal.
Pero más allá de su éxito profesional, la vida de la empresaria también estuvo marcada por el amor. En 1996, se casó con el torero Enrique Ponce, con quien tuvo dos hijas, Paloma y Bianca. La relación duró más de dos décadas, hasta que, en 2020, decidieron separarse. Paralelamente, Luis Miguel vivía su propia historia de amor junto a Aracely Arámbula, madre de sus dos hijos, Miguel y Daniel. En el medio, sus caminos volvieron a tocarse, aunque todavía faltaba para cantar “Somos novios”
Las vidas de Paloma y Luis Miguel se cruzaron mientras ambos estaban en pareja. El vínculo entre las dos familias se hizo tan fuerte que Paloma y Enrique fueron los padrinos de bautismo de Miguel, el primogénito de Luismi, en una íntima ceremonia celebrada en Los Cabos en 2007. El tiempo y las circunstancias los llevaron por caminos diferentes, hasta que tras la separación de Paloma en 2021, El Rey Sol se convirtió en su apoyo incondicional.
La relación entre ambos se oficializó a principios de 2022, cuando comenzaron a aparecer juntos en distintos eventos públicos, generando sorpresa y fascinación por tratarse de una amistad que había perdurado a lo largo de los años. Pero él, en un intento de mantener un perfil bajo, buscó la manera de que su historia de amor no quedara capturada por la prensa, por lo que las imágenes son contadas, entre las que destacan sus múltiples visitas a la Argentina para acompañar a su novio a dar recitales.
Hoy, Cuevas acompaña a Luis Miguel con la misma discreción y elegancia que la caracterizan. No solo es la mujer que conquistó el corazón del artista, sino también una figura clave en su búsqueda de estabilidad y plenitud. Juntos, parecen haber encontrado ese espacio de calma y felicidad que ambos necesitaban después de años de desafíos personales que no solo parece haberlos sumido en un gran momento personal, sino también laboral.