El discurso de Juan Carlos Ayala resuena con un llamado a la acción, un grito desde las bases militantes que busca revitalizar la política argentina, específicamente en la provincia de Chaco. Su mensaje se centra en la moralización de la política, un problema que, los cimientos de la sociedad actual. Ayala la falta de ética de aquellos que ven la política como un atajo para el enriquecimiento personal, contrastando esta visión con la de los militantes que, a pesar de posibles errores, siempre han estado al servicio de la comunidad chaqueña.

Ayala enfatiza su propia trayectoria como un ejemplo de integridad. Subraya que no se ha enriquecido a través de la política, que nunca ha enfrentado denuncias, y que renunció a una jubilación de privilegio como diputado nacional en 1993. Esta autodeclaración de rectitud busca validar su autoridad moral para hablar sobre la necesidad de una política más ética y transparente.

El discurso se abre a un diálogo amplio, mencionando conversaciones con diversos referentes nacionales como Zamora, Axel Kicillof, Cristina Fernández de Kirchner, Schiaretti, Quintela y Mazza. Reconoce que estos líderes deben revalidar su liderazgo en el presente año, pero evita tomar partido por ninguno de ellos hasta el próximo año. Esta postura cautelosa sugiere un enfoque pragmático, buscando el bien común de Chaco más allá de las lealtades partidistas.

La defensa de los intereses de Chaco ocupa un lugar central en el mensaje de Ayala. Aboga por la necesidad de “embajadores” en Buenos Aires que defiendan activamente la provincia, en lugar de simplemente establecerse en la capital o dedicarse a otros asuntos. Plantea interrogantes sobre proyectos cruciales para la región, como el segundo puente Chaco-Corrientes y la hidrovía, así como la necesidad de fondos y propuestas para impulsar la producción de algodón, tabaco, frutilla, miel, arroz y otros productos. Su discurso aboga por la generación de empleo privado y la ruptura del centralismo que, según él, destruye las economías regionales.

La condena a Cristina Fernández de Kirchner emerge como un catalizador para la reactivación del espíritu peronista. Ayala sugiere que esta sentencia, considerada jurídicamente injusta, ha despertado al pueblo argentino y ha reavivado la mística del peronismo, generando un renovado optimismo en un futuro mejor. Cita a Perón, instando a “fabricar la montura propia para cabalgar la evolución sin caernos”, una metáfora que subraya la necesidad de adaptación y autonomía para enfrentar los desafíos del presente.

El discurso concluye con una invitación a la unidad y al trabajo conjunto. Ayala convoca a todos los chaqueños a trabajar por un nuevo Chaco de producción y empleo, donde la política se convierta en una herramienta de transformación y construcción del bien común. Su llamado a la acción resuena con un idealismo renovado, buscando transformar la política en un instrumento para el progreso y la justicia social en la provincia de Chaco. En resumen, el mensaje de Ayala es un llamado a la moralidad, la defensa de los intereses regionales, la reactivación del espíritu peronista y la construcción de un futuro mejor para Chaco, todo ello a través de la militancia y el compromiso con el bien común.

Juan Carlos Ayala Diputado Provincial