El gobernador Claudio Poggi liquidó este domingo la larga disputa por el liderazgo provincial que mantenía con su antecesor, Alberto Rodríguez Saá. La lista de Poggi aplastó con el 46,7 % de los votos a la boleta de Rodríguez Saá, que obtuvo un 26,4 %. Muy lejos quedaron los libertarios blue de Santiago Caputo que sacaron un 7,5 %.
De hecho, otro lista libertaria, en este caso autogestionada, casi le gana a la que armaron el asesor presidencial y el diputado D’ Alessandro: la boleta Viva La Libertad, Carajo, sacó el 7,21 %.
El anuncio del escrutinio provisorio fue realizado por el ministro de Gobierno, Gonzalo Amondarain, pasadas las 21.
La elección podría confirmar el declive del cacique peronista, que sigue orbitando en el justicialismo y resiste el desplazamiento que proponen los que pregonan la renovación. En el entorno del ex gobernador manifestaron cierto estupor: “fue una elección muy extraña”, comentaron.
Con el apoyo de Karina Milei, el mandatario actual se impuso en la disputa por 22 bancas en la Cámara de Diputados y cuatro en el Senado puntanos. Poggi ya controlaba la Legislatura con 26 de los 43 diputados y cinco de los nueve senadores pero decidió convertir estos comicios en un plebiscito para barrer con la hegemonía de la familia Rodríguez Saá.
De hecho, Adolfo Rodríguez Saá se distanció en 2023 de su hermano y pactó con el gobernador. “Pero ni apareció, casi no puso candidatos”, concedieron sus detractores.
En estas elecciones, las miradas se posaban sobre todo en el Departamento de Pueyrredón, que abarca a San Luis Capital. Allí se votaban siete concejales y 10 diputados provinciales.
En tanto, el Departamento de Pedernera, el segundo más densamente poblado, escogía seis concejales y un senador provincial. Ese distrito incluye la ciudad de Villa Mercedes y su jefe municipal, Maximiliano Frontera, era un hombre de Alberto pero pactó con Poggi también. Ahora es uno de los puntales para la consolidación del gobernador, que apuesta a reformar la Constitución de San Luis en 2026, si consiguiera las mayorías necesarias en la Legislatura.

Los libertarios, por una definición de Karina, no contaron con apoyo de Casa Rosada. “No les dejaron usar ni el violeta en sus boletas”, dijeron a LPO.
En la previa, el empresario Rodolfo Negri, pareja de la senadora Ivana Arrascaeta, disputó en sede judicial con el diputado Carlos D’Alessandro por el sello de La Libertad Avanza y el legislador optó por presentarse a la competencia electoral con su partido, Tercera Posición.
Sin embargo, el apoderado de LLA, Santiago Viola, terminó impugnando en los tribunales de Retiro la utilización del sello partidario a Negri, que tuvo que competir bajo el nombre “Viva La Libertad, carajo”.
Entre el marido de la senadora y el diputado nacional sumaron %. Hubo una tercera lista libertaria, que participó con el acrónimo ProClaMe (Proyecto Clase Media) pero no gravitó.
El presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, no jugó con ninguno de esos tres espacios, consintiendo el pacto del gobierno nacional con Poggi. “No jugó con nadie, se mantuvo alineado con lo que definieron en Casa Rosada”, dijeron a LPO desde su entorno.