El acto que encabezará Máximo Kirchner el viernes en La Plata revive las tensiones entre La Cámpora y Axel Kicillof. La estética y los elementos del flayer de convocatoria generaron revuelo. Detrás, la pulseada por cómo se definirán las listas en las legislativas del año próximo.
El miércoles, al mismo tiempo que el kirchnerismo duro salía en las redes a difundir el acto, Andrés Larroque mostraba fotos del gobernador en el interior de la provincia con la frase: «mientras tanto, Kicillof entrega viviendas». La tensión revive ante cada movimiento.
La discusión que planteó Kicillof por el armado electoral del próximo año sacude -y divide- al kirchnerismo. En ese sector entienden que la interna entre el gobernador y Máximo va a ser un proceso doloroso, pero que finalmente van a terminar unificados de cara a la elección legislativa.
Aunque hay intendentes que rodean a Axel y que le aseguran que tiene que romper con Cristina Kirchner, en el kirchnerismo creen que el gobernador no tendrá otro camino que buscar un acuerdo, aunque eso le signifique perder lugares en las listas
Hay un planteo que hacen en La Cámpora y que parece incuestionable. Si Kicillof rompe con Cristina puede llegar a los 30 puntos y le puede ganar a La Cámpora. El problema es que con apenas 30 puntos en su provincia no puede proyectarse como candidato a presidente. Gana, pero pierde. Una victoria pírrica.
En el kirchnerismo no lo discuten como candidato en 2027. Solo anteponen una eventual candidatura de Cristina. En ese planteo asoman las dudas. ¿La ex presidenta está dispuesta a embarcarse a una campaña? ¿Está dispuesta a una eventual presidencia? Eso supone poner en juego lo que para muchos es el principal logro del gobierno de Cristina: el mejor salario en dólares de América Latina. Como sea, para esa decisión falta mucho y muy pocos saben qué piensa Cristina respecto de eso.
Por lo pronto, la ex presidenta empezó a moverse y este jueves se reunió en el Instituto Patria con el secretario de Juventud de la CGT, Sebastián Maturano, y unos 26 dirigentes gremiales de diversos sectores productivos.
Antes, asoma otra discusión quizás más difícil de resolver: las candidaturas del año próximo. Existe un planteo en el que coinciden tanto funcionarios del gobierno como intendentes cercanos a Kicillof. La idea de que el gobernador quede al frente del armado de la lista de diputados nacionales para ponerse al frente de la elección. Es una estrategia similar a la que utilizó María Eugenia Vidal en 2017.
El problema es que tal como se plantea, esa estrategia choca con los intereses de Máximo Kirchner que parece pensar en la provincia hacia 2027. Por caso, el acto del viernes en La Plata, puede leerse también en comenzar a construir ese camino. «Armar de nuevo», es la frase que potencia la convocatoria.
¿Cómo se puede saldar esa pulseada por el armado de listas? En el kirchnerismo creen que Kicillof podrá elegir el primer nombre de la lista de diputados nacionales, pero deberá entregar el resto de la lista.
En tanto, para la Legislatura podrá elegir tres referentes que encabecen las listas seccionales. El primer candidato a diputado por la Octava Sección para alguien de Julio Alak. El primer lugar de la Sexta para alguien de Cuto Moreno y quizás la cabeza en otra sección. El resto entregar todo.
En este esquema asoman dos grandes perdedores: Los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada) que jugaron a fondo con el objetivo de conseguir que se abran las listas seccionales.
Un funcionario de Kicillof le resta relevancia a las listas seccionales pero no a la estrategia de que el gobernador se ponga al frente de la campaña. «Axel tiene que ser el protagonista. En octubre, el día de la elección, tiene que estar festejando su triunfo arriba del escenario», dice y agrega: «eso es muy difícil de lograr si Mayra es la candidata».
La tensión con Máximo es evidente en algunos sectores del peronismo. «Está claro que el trasvasamiento directo del poder de Cristina hacia La Cámpora no se pudo lograr. De lo contrario no existiría la interna que existe hoy», aseguran.
La semana pasada Kicillof tuvo su acto en Mar Chiquita, pero un día antes Cristina marcó la cancha con una aparición en Merlo. LPO adelantó que ese día hubo un encuentro entre la ex presidenta y el gobernador.
La reunión ocurrió en momentos en que un sector del peronismo había salido a instalar la idea de que él debía ser quien elija el primer candidato a diputado. Y que debía romper si Cristina no se lo permitía.
Ese pedido sigue emergiendo en voces de un grupo de intendentes, funcionarios de la provincia y referentes políticos que viene trabajando la candidatura presidencial de Kicillof con fuertes críticas hacia Máximo.
