Patricia Bullrich y su entorno decidieron bajar el perfil público, preocupados por la crisis que atraviesa el gobierno de Javier Milei y golpeados por la dura derrota en la interna por el PRO bonaerense.
La ministra de Seguridad pasó de ser una de las voceras más aguerridas del gobierno de Milei a un estratégico segundo plano, con un apoyo casi a reglamento.
En el entorno de Patricia están preocupados por el rumbo de la gestión, los escándalos que estallaron en las últimas semanas como el de Capital Humano y los problemas económicos que empiezan a asomar.
Esa preocupación les fue trasmitida por empresarios y políticos con los que dialogaron en los últimos días y fue lo que la llevó a resguardarse un poco.
Esto se suma a la derrota que sufrió la ministra en la disputa con Mauricio Macri por el PRO bonaerense. Bullrich jugó fuerte en su alianza con Diego Valenzuela y terminó peleada con Cristian Ritondo y la mayoría de los intendentes del partido.
El bullrichismo sabe que perderá la conducción del partido e intentó una jugada judicial para frenar la jugada del macrismo, pero también la Justicia lo rechazo. Una fuente del PRO dijo a LPO que a Patricia le vendieron un escenario que estaba lejos de ser el real y terminó chocando.