También aporta el 85 por ciento de toda la vitamina C que necesita el cuerpo diariamente al consumir sólo una.
Con el paso de los años, el cuerpo humano deja de producir colágeno, la proteína estructural que ayuda a fortalecer los huesos y mantiene saludables las articulaciones, los músculos y la piel. Por ende, su falta trae aparejados severos problemas físicos.
En este contexto, los médicos aconsejan consumir alimentos que colaboren en la generación de esta proteína, y recomiendan a la fruta de oro, una aliada indispensable en la lucha por fortalecer los huesos, ya que ayuda a producir colágeno.
Estamos hablando del kiwi, una fruta que hasta hace unos años no era muy popular y podía ser considerada exótica. Sin embargo, a partir de su introducción en los Estados Unidos, su consumo se fue extendiendo y se instaló con fuerza en la Argentina.
Para tener una idea cabal de sus propiedades basta decir que aporta el doble de vitamina C y colágeno que las naranjas, las más famosas históricamente por sus beneficios a la salud.
Y no sólo eso, también tiene un elevado contenido e vitamina E, K, folatos, carotenoides, potasio, fibra y otros fitoquímicos que son fuente de beneficios nutricionales y colaboran en la prevención de diversas enfermedades.
Hoy en día, el kiwi es una fruta que se consigue en cualquier verdulería y frutería, ya que su consumo se fue masificando en los últimos 10 o 15 años. El público la elige por su rico y refrescante jugo, aún sin saber que tiene ventajas para la salud.
La historia del kiwi
La historia del kiwi nació hace miles de años, cuando empezó a crecer de manera silvestre en China, donde se le puso el nombre de yang-tao (fruta del río Yang). Hace más de un siglo, cuando se inició su cultivo en Nueva Zelanda, adquirió el nombre actual, por su parecido con un ave homónima que habita en Oceanía.
Los problemas óseos, los dolores articulares y la pérdida de elasticidad en la piel que empezamos a sufrir después de los 50 años se deben –en gran parte- a la falta de colágeno.
Y hay un dato clave: consumir un kiwi al día aporta el 85 por ciento de la vitamina C que necesita nuestro organismo para mantener su sistema inmune a pleno.
La vitamina C es fundamental para la producción de colágeno, y según un estudio de la Clínica Mayo, de los Estados Unidos, también ayuda a bajar los niveles de colesterol y controlar la presión arterial.
El colágeno cumple un rol esencial para mantener la piel firme, elástica e hidratada, ayudando a disminuir la presencia de arrugas y estrías. También permite que las heridas cicatricen más rápido y combate la celulitis.
El aporte del kiwi no se limita a eso, sino que también posee antioxidantes que retrasan el envejecimiento celular y también mejora el funcionamiento del aparato digestivo. Respecto de esto último, está indicado para aquellas personas que sufren de estreñimiento.
Hay otra característica del kiwi que vale la pena destacar: los nutricionistas aconsejan consumirlo por sus cualidades para generar sensación de saciedad y no “picar” entre comidas.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, esta fruta de oro es fundamental “para mejorar el estado de ánimo y la vitalidad en aquellas personas con deficiencias de vitamina C”.
Además del paso de los años, existen otros factores que hacen que vayamos perdiendo colágeno. Se trata de la exposición al sol, el consumo de azúcar y el tabaquismo. Por esta razón, los hábitos saludables también tienen su injerencia en el tema.
Otros alimentos que ayudan a que nuestro cuerpo genere colágeno son las carnes sin grasa, el atún, las verduras de hoja verde y los frutos secos.