La papaya o mamón es una fruta tropical que cada vez se consigue más en nuestro país. Tiene muchos beneficios para la salud, pero hay que tener mucho cuidado a la hora de combinarla con otros alimentos, ya que pueden producir una indigestión severa, cólicos, gases y otros malestares estomacales.
La papaya originaria de México y el Caribe tiene un gran perfil nutricional y muchos beneficios para la salud. Por de pronto, una fruta mediana contiene el 224% de la vitamina C recomendada para el día, por lo cual es una aliada contra los resfríos y las enfermedades del corazón, y para un bronceado perfecto.
Además contiene fibras, que contribuye a mejorar la digestión y mantener bajos los niveles de colesterol, y vitamina A, que al ser antioxidante ayuda a mantener la piel fresca y previene el envejecimiento prematuro.
También tiene folato y licopeno. El primero es un componente del complejo de la vitamina B que es muy importante para la síntesis y reparación del ADN, mientras el segundo es un poderoso antioxidante que se asocia con la reducción del riesgo de cáncer (sobre todo de próstata) y las enfermedades cardiovasculares.
Estudios realizados en Brasil apuntan que comer dos papayas por día mejora el funcionamiento del intestino y la calidad de vida.
Cuáles son los alimentos que no debemos mezclar con la papaya o mamón
1) Los cítricos: si se combina el mamón con cítricos como mandarina, naranja o frutillas, por ejemplo en una ensalada de frutas, el resultado podría llegar a ser una gran acidez en el estómago. El motivo es que todas estas frutas son muy ricas en vitamina C, lo cual podría sobrecargar el sistema digestivo y producir como mínimo una incomodidad en el estómago.
2) Alimentos ricos en proteínas: el mamón contiene enzimas que colaboran en la descomposición de las proteínas. Por lo tanto, al mezclarlo con alimentos ricos en proteínas, como carnes vacunas, pescado o tofu, esas enzimas podrían enlentecer o dificultar el proceso digestivo.
3) Alimentos fermentados: tampoco conviene combinar la papaya con alimentos fermentados, como el kimchi coreano o el chucrut, porque los probióticos de los fermentos más las enzimas de la fruta pueden provocar hinchazón de la panza y gases.
4) Alimentos grasos: por supuesto que la fruta es muy baja en grasas. Por eso, si se come después de alimentos muy grasos, como frituras, puede motivar indigestión, hinchazón en la panza y malestar durante la digestión.
5) Alimentos picantes: del mismo modo, los alimentos picantes, que de manera natural ya irritan el estómago, pueden provocar aún más malestar si luego se come una papaya. Eso se debe a que puede acrecentar la acidez estomacal, los cólicos o el reflujo ácido.
6) Leche y sus derivados: tampoco es una buena idea tomar un vaso de leche o de yogur mientas se come una papaya. ¿El motivo? Su enzima papaína podría coagular la leche, provocando cólicos y gases difíciles de olvidar.
Antes era poco frecuente encontrar papayas o mamones en las ferias o las verdulerías, pero eso está cambiando y los consumidores argentinos están aprendiendo a disfrutarlas. Para que no caigan mal ni tener problemas en la digestión, hay que recordar cuáles son esos alimentos no recomendados a la hora de combinar una comida con el postre o incluso en una ensalada de frutas.