En cada familia samoana convive un fa’afafine. No son gays, ni trans. Tampoco “queer”. Son, simplemente, personas nacidas hombres, pero que crecieron como mujeres por mandato familiar, un tercer género en la identidad cultural de Samoa Americana, el último lugar en el mundo en recibir el Año Nuevo, en la Polinesia profunda.
El término fa’afafine no está muy extendido en el mundo occidental. Se conoció un poco más por la película de Netflix “Mete gol gana”, que narra la historia real del seleccionado de fútbol de la isla tras ser vapuleada 31 a 0 ante Australia por las eliminatorias al Mundial 2002.
Uno de los personajes de la película está basado en la historia de Jaiyah Saelua, un fa’afafine que jugó como defensor de una selección que, por muchos años, fue considerada la peor del planeta.
“La idea errónea más común es que fa’afafine equivale a transgénero. ¡Esto está mal! La palabra fa’afafine se traduce como ´a la manera de una mujer´”, dijo Saelua en diálogo con TN.
Cómo es la identidad cultural fa’afafine
Fa’afafines hay en toda Polinesia. Se los llama Mahu en Hawaii y Tahití; Vaka sa Lewa Lewa en Fiji; Leiti en Tonga; Fakafifine en Niue; Palopa en Papúa Nueva Guinea y Akava’ine en las Islas Cook.
“Es una identidad cultural basada en el género y es específica del pueblo samoano, que se refiere a personas a las que se les asignó el género masculino al nacer, pero que crecen para expresar gestos, características sexuales y comportamientos que se asocian más comúnmente con el género femenino”, dijo Saelua.
A los 35 años, Saelua ya no juega en la selección de Samoa Americana. Pero fue reconocida como la primera persona no binaria que participó de una eliminatoria a la Copa del Mundo organizada por la FIFA. Se retiró en 2019.
Ahora, alejada de las canchas, participa en forma activa de iniciativas para combatir la discriminación por orientación sexual en el fútbol.
En su diálogo con TN, dijo que “las identidades occidentales con las que se puede relacionar a los fa’afafine son los hombres homosexuales, los hombres bisexuales, las personas no binarias a las que se les asigna el género masculino al nacer y las mujeres transgénero. Lo opuesto a fa’afafine son los fa’atama, que son lesbianas, mujeres bisexuales, personas no binarias a las que se les asigna el género femenino al nacer y hombres transgénero”, explicó.
“A diferencia de muchas de estas identidades, los fa’afafine y fa’atama no están estigmatizados en las sociedades de Samoa”, afirmó.
Qué rol cumplen los fa’afafine en la cultura samoana
Saelua dijo que “cada familia en la sociedad samoana tiene al menos un fa’afafine” entre sus integrantes. La isla tiene poco más de 44.000 habitantes. Se calcula que un puñado de miles se identifican con el tercer género.
“Debido a nuestra importancia cultural y roles tradicionales, podemos vivir vidas cómodos y, en la mayoría de los casos, convertirnos en miembros integrales de nuestras comunidades. Tenemos un lugar en nuestra estructura cultural. Por eso no es una prioridad para nosotros ocupar espacios reservados para las mujeres, ni tenemos intención de hacerlo”, afirmó.
Para Saelua, en la Polinesia, “el concepto de LGBTQI+ todavía es extraño, porque a pesar de la influencia occidental, muchas de estas culturas han podido preservar el respeto y el reconocimiento de sus respectivas identidades de ´otro género´”.
“Ser un fa’afafine significa comprender nuestro lugar en la sociedad samoana, aceptar que somos de naturaleza tanto masculina como femenina, y aceptar nuestros roles culturales y tradicionales: ser los cuidadores de nuestros ancianos y los organizadores comunitarios y recreativos de nuestras familias y pueblos. Para nosotros, la atención se centra en mantener nuestra importancia cultural y no permitir que agendas de influencias externas infrinjan nuestra existencia y nuestra importancia cultural”, concluyó.