El diario La Nación señal que la sequía severa que afecta a provincias como Chaco y Santiago del Estero desde hace varios meses ha provocado graves consecuencias en la agricultura y la ganadería. La falta de precipitaciones en esa región del país ha generado pérdidas significativas en los cultivos, especialmente en la soja, maíz, sorgo y algodón, con una reducción drástica de hasta un 80% en la producción.

En el caso de la ganadería, la escasez de pasto y agua ha llevado a la venta anticipada de hacienda y comenzó a generar gran preocupación entre los productores. En los próximos días se esperan informes oficiales de parte del gobierno provincial sobre la situación, mientras los pronósticos climáticos indican lluvias moderadas, aunque insuficientes para revertir la situación de los productores.

Eduardo Trangoni, dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA) en Chaco, señaló que de agricultura en la provincia no quedó nada. “Se está cosechando un 20%, tal vez, de algodón que se sembró en septiembre, pero todo lo que es la siembra de octubre, noviembre y diciembre no hay nada. Esperamos que se termine esto, porque ya no hay nada”, dimensionó. Quienes todavía tienen cultivos en el campo poseen plantas que no superan los 20 cm.

El jueves se espera que haya un relevamiento oficial de la situación en la provincia de Chaco. Participarán productores y funcionarios en el marco de la Comisión de Emergencia local, compuesta también por intendentes. Esto se va a enviar al Ministerio de Producción, a cargo de Oscar Dudik, para buscar la declaración de emergencia agropecuaria.

“Va a haber un alto grado de afectación sobre la ganadería, por la falta de ternero. El año que viene nos vamos a dar cuenta de todo porque, al estar en un estado de estrés, falta de pasto, calor y los animales delgados, directamente no va a haber preñez. Toda la provincia está así por la sequía”, resumió.

Desde el Ministerio de Producción señalaron que todavía se está trabajando en el tema. Este lunes el ministro se reunió con los equipos técnicos que están cuantificando el desastre. No solo por la estimación de las pérdidas, sino el nivel de endeudamiento de los productores por cultivo.

Juan Hutak, productor de Pampa del Indio, al norte del Chaco, donde hace ganadería y horticultura, sostuvo que la situación en la zona es “muy preocupante”. En esa región, las altas temperaturas y la falta de precipitaciones no dan tregua. “Está muy fea la situación por la sequía en el Chaco; me afectó en ganadería la falta de pasto y agua”, sostuvo el consejero de Coninagro. Aclaró que para el jueves los llamaron el gobernador Leandro Zdero, ya que van a declarar zona de emergencia agropecuaria y ganadera con las entidades del campo.

En este contexto, Natalia Gattinoni, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), añadió que las lluvias del trimestre estuvieron entre un 20% y un 60% por debajo de lo esperado. Especialmente al este de Chaco, donde las lluvias del trimestre se ubicaron dentro del 10% de los trimestres más secos de la historia. “Esperamos lluvias para mañana martes y luego hacia el fin de semana, especialmente sobre el centro y oeste de la provincia, con acumulados en la semana que podrían estar entre los 20 y 40 mm. Entre el 24 al 28 las lluvias resultan de menos magnitud, según los pronósticos al día de hoy”, indicó.

Gustavo Pistone, productor ganadero de esa región, indicó que tuvieron que vender hacienda anticipada para bajar la carga del campo. “Hoy estamos en el 35% de la capacidad productiva, sacamos el 65% del rodeo. Tuvimos que hacer ventas masivas de hacienda dadas las dificultades en disponibilidad de pasturas. Y, para pasturas megatérmicas, ya estamos en mitad de marzo, con lo cual, aunque llueva, la posibilidad de recuperación es muy baja y viene el invierno, que normalmente es complicado. Este año va a ser más complicado. Hay un tema con la disponibilidad de agua y, por ese motivo, nosotros decidimos bajar la carga, salir a vender masivamente categorías que no pensábamos vender”, sostuvo.

Advirtió que esto va a tener un impacto económico fuerte tanto para los productores como para la región. “Al tener menos cabezas se producen menos kilos y quizás el impacto no es en lo inmediato, pero sí va a ser en el mediano plazo. Hay un impacto impositivo porque la venta acelerada hace que se produzcan ganancias concentradas cuando en realidad eso normalmente no ocurre. Puede llegar a tener un impacto que todavía no podemos dimensionar en el Impuesto a las Ganancias, que debería de alguna manera posponerse. El Estado debería tomar en cuenta esto y tratar de diferir el pago de ese impuesto a ejercicios futuros, porque en realidad las ventas fueron forzadas”, amplió.

Dante Nichiporuk, productor de Colonia José Mármol, agregó que hoy hubo chaparrones en el norte de la provincia, pero que recién se espera una lluvia general para el fin de semana. “Se espera la lluvia para recargar las napas freáticas para sobrellevar el invierno para los productores ganaderos; para los agricultores, el agua les ayudará a recargar el perfil para siembra que puedan hacer en invierno, porque para lo sembrado de esta campaña la pérdida ya es irreversible”, afirmó.

Si bien los datos oficiales todavía no están publicados, el Grupo Agroperfiles estimó una pérdida de US$ 1350 millones por el impacto de las altas temperaturas y la falta de precipitaciones. Este número no contempla al sector ganadero. El total del área sembrada para soja fue 107.214 hectáreas y hubo una caída del 23,6% con respecto a la campaña anterior.

 

La Nación