En los últimos cinco años, Mastellone Hermanos acumula más pérdidas que ganancias en sus ejercicios, teniendo en cuenta que el 2023 lo cerró con un rojo de $13.189 millones, contra una ganancia de $4.230 del 2023, a los cuales le siguieron tres balances seguidos con resultados negativos en el 2021 ($9.421 millones); 2020 ($20.945 millones) y 2019 ($629 millones).
Es decir que, en este último lustro, la dueña de la marca láctea La Serenísima acumuló pérdidas por $44.184 millones que se si le restan los $4230 millones que ganó en el 2022, termina por evidenciar un rojo neto de $43.75 millones.
Este escenario que sufre la mayor empresa láctea de la Argentina y en la cual el grupo cordobés Arcor posee casi el 49% del capital, no es casual, sino que es consecuencia de del alza de la inflación; las restricciones y/o limitaciones impuestas por las políticas de controles de pecios; el atraso cambiario y los efectos de la sequía que tuvieron una influencia definitiva sobre los costos de la producción de leche cruda.
En este contexto, la compañía fundada por la familia Mastellone hace 95 años, vino aplicando una estrategia con diversas acciones en todos los planos de su negocio, desde lo referido al abastecimiento de la materia prima láctea, las operaciones industriales y comerciales y en materia financiera.
De esa forma, y a pesar del fuerte impacto negativo en sus finanzas, pudo gradualmente ir recomponiendo su rentabilidad operativa gracias, entre otros aspectos, a la mejora en el tipo de cambio entre el peso y el dólar, ya que revalorizó los negocios de comercio exterior.
Pero la devaluación de diciembre pasado también tuvo un impacto directo en la valuación en pesos de su deuda financiera en moneda extranjera, generando un resultado por diferencias de cambio que, si bien no implica una erogación de fondos, tuvo efecto directo sobre el resultado del ejercicio.
Mastellone: cambio de expectativas
Mediante un documento que Mastellone Hnos envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV), sus ejecutivos entienden que las primeras medidas del nuevo gobierno libertario en materia fiscal (déficit cero); sinceramiento cambiario y tarifario, y la no intromisión de la administración pública en la fijación de precios, genera un cambio de expectativas positivo para el mediano plazo. «Sin duda, en el corto plazo y hasta que se estabilice la economía, particularmente la inflación, estas medidas tendrán un impacto significativo en los costos y precios del sector, produciendo una fuerte caída en las ventas, la cual no prevemos se revierta hasta la segunda mitad del año», se advierte de todos modos en el informe.
La empresa recuerda que el 2023 cerró con una muy alta inflación anual, la cual alcanzó un 211,4%, con una aceleración en la última parte del año, lo cual evidencia un escenario «muy complicado para el 2024», donde al menos en la primera mitad del año las cifras esperadas para el consumo no resultan muy alentadoras, dada la persistencia de una alta inflación y una caída en términos reales de los ingresos de la población.
El paper además anticipa que existirán presiones sobre los costos de la compañía y que por esta razón procurará «compensar estos efectos con el fin de recuperar su rentabilidad, apoyándonos en acciones de eficiencia y con precios de venta adecuados «apuntando también a defender los volúmenes de ventas considerando nuestra posición de liderazgo en el mercado».
«Pondremos foco en desplegar diferentes acciones conducentes a minimizar los impactos del contexto general, pero también buscaremos alcanzar un nivel de actividad y volumen de negocios que conduzcan a la obtención mayores eficiencias en todos los aspectos.
Menor endeudamiento
El 24 de junio del año pasado, Mastellone Hnos selló un contrato de financiamiento otorgado por Cooperatieve Rabobank para prefinanciar exportaciones con garantía hipotecaria y prendaria por u$s50 millones.
El acuerdo con la entidad crediticia holandesa fundada en 1972 fue parte de una operación mayor llevada a cabo por la dueña de La Serenísima para encarar el canje de parte de su deuda por u$s200 millones con el cual alejó el fantasma del default.
En ese momento, la empresa había reactivado una renegociación con títulos por u$s162,75 millones y logró canjear el 82,25% de sus Obligaciones Negociables (ON) Clase F por u$s164,2 millones, estirando el pago de esa deuda a cinco años, con vencimiento en julio de 2026.
Ahora, Mastellone Hnos aceptó una oferta del Rabobank para refinanciar varias de las cuotas del contrato de préstamo de prefinanciación de exportaciones otorgado el 24 de junio del año pasado.
En virtud de ese acuerdo, la láctea y la empresa holandesa decidieron modificar las fechas de vencimiento de los pagos y el interés aplicable al monto refinanciado, manteniéndose la tasa fija actual del 7,50% hasta el 26 de septiembre del 2023.
Ese día se pasó a un régimen de tasa variable basado en una tasa «Term SOFR» (tasa de referencia publicada por CME Group Benchmark Administration Limited, o su sucesor).
En tanto, el monto a refinanciar, que asciende a u$s44 millones y será cancelado en 15 cuotas trimestrales a partir del 26 de marzo del 2024.
La dueña de la marca La Serenísima tiene como principales accionistas al fondo Dallpoint Investments y al grupo cordobés Arcor que controla el 49% de su capital.
En los últimos años, su performance financiera y comercial viene siendo afectada por la inestabilidad económica del país y la retracción del consumo masivo en un contexto de alta incertidumbre, además de los crecientes controles de precios adoptados por el Gobierno que han reducido los márgenes de rentabilidad al impedir una adecuación de valores acorde al incremento de los costos.
En ese marco, la compañía busca redoblar sus esfuerzos, implementando una serie de iniciativas en las fases operativas y sobre todo en logística y distribución destinadas a alcanzar una mayor eficiencia operativa, administrativa y financiera.
A esto le suma que a partir de su marca insignia La Serenísima, se ha mantenido muy activa en innovación y desarrollo, lanzando productos nuevos que amplían la oferta, procurando cubrir todos los segmentos del mercado, además de llevar adelante políticas de marketing y comunicación que apuntan a incorporar valor al resto de su portfolio.
