A través de un desembarco territorial se relevó la situación actual de quienes se encuentran afectados por la crecida del río. Se tomaron los requerimientos para ser elevados a los organismos correspondientes.
La Defensoría del Pueblo, a través de sus diferentes áreas, se hizo presente nuevamente en el la defensa, bº Plomo y Tres Bocas en Puerto Vilelas, para constatar la situación global y específica de cada familia afectada por la reciente inundación. De esta manera, si bien se tratan de alrededor de 300 familias involucradas, se comprobó la realidad de 50 familias que se ven perjudicadas y que requieren asistencia a la brevedad.
La tarea técnica consistió en “constataciones desde el área de Discapacidad, Social y Legal, tomando y recibiendo distintas problemáticas, pedidos para gestionar tanto a las autoridades salientes como a las nuevas autoridades, a sabiendas de que los niveles del río van a ir teniendo alzas y bajas durante los próximos cuatro a seis meses” aseguraba Bernardo Voloj, el Defensor del Pueblo.
Con esta acción se busca canalizar en el Estado el reclamo de los afectados de manera efectiva y generar soluciones a través de un relevamiento donde se determina lo que requiere ser resuelto.
En este escenario complejo, tanto por lo climático, lo hídrico, y de una transición de gobierno- que es una dificultad para la celeridad que se requiere ante este tipo de situaciones vulnerables- Voloj describía que “es clave continuar con la asistencia alimenticia, de salud y productiva a las familias. Ya que muchas de ellas trabajan y desarrollan actividades vinculadas a pequeña producción de horticultura, ganadería menor y aves de corral” y que hoy se ven impedidas de ser realizadas.
En la ocasión, se contó con el acompañamiento del Rotary Club Resistencia, quienes hicieron entrega de productos sanitarios e higiene para los damnificados.
Colecta solidaria y próximas acciones
Dado que hay elementos que se requieren con mayor urgencia, la Defensoría invita a la comunidad a sumarse a la colecta solidaria, solicitando la donación de colchones, kaotrina y creolina. Dichos pedidos pretender afrontar la situación donde familias enteras se encuentran compartiendo colchones, al igual que al tratar de proteger a la población de las alimañas y víboras que luego de la crecida se han convertido en plagas en la zona. Para ello pueden acercar sus donaciones de lunes a viernes a Santa Fe 328 de 7.30 a 13 h.
“Para la Defensoría del Pueblo, el abordaje territorial es clave ya que permite contar con una realidad diaria y concreta sobre la llegada y asistencia del Estado, sobre todo en aquellos lugares complejos y que necesiten una mirada especial”, concluyó Voloj.
Próximamente las tareas continuarán en Antequeras y otros lugares aledaños que también se encuentran perjudicados.
