La Armada Argentina permitió que una flota de 259 barcos pesqueros chinos ingrese a la Zona Económica Exclusiva de Argentina para refugiarse de un fuerte temporal con olas de 7 metros y vientos de más de 100 kilómetros por hora.
Desde el Ministerio de Defensa informaron que todas las naves ya volvieron a aguas internacionales y que no tuvieron permitido pescar dentro del mar argentino.
Las tareas de control y vigilancia fueron realizadas con un avión Beechcraft B-200 que sobrevoló el área. Este vuelo se sumó a las medidas adoptadas por el Comando Conjunto Marítimo, que desde el 1 de marzo (momento en que se otorgó la autorización) mantuvo el monitoreo de manera exhaustiva a efectos de constatar que los buques no efectuaran actividades de pesca.
Entre las medidas que se llevaron a cabo para controlar el cumplimiento de la restricción de pesca se destacan la verificación de velocidad de los pesqueros y análisis del patrón de navegación, la posición AIS (sistema automático de identificación) de cada embarcación, sumado a fotos satelitales de la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) para localizar luces encendidas de los buques poteros para la pesca.
Según detallaron fuentes de Defensa, este tipo de ingresos se denomina “paso inocente” y no suele generar mayores conflictos. La autorización de ingreso había sido solicitada por la máxima autoridad marítima de la República Popular de China para proteger sus buques pesqueros, que se encontraban en el área adyacente, es decir, la llamada “milla 201″.
Teniendo en cuenta en marco legal de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), los buques pueden ingresar siempre y cuando adopten las siguientes medidas: no realizar tareas de pesca, tener apagadas todas aquellas luces propias para la pesca, y mantener las artes de pesca abordo, sobre cubierta y debidamente trincadas.
“La Armada Argentina, a través del Comando de Tránsito Marítimo, ejerce una vigilancia permanente de los espacios de interés. Lleva a cabo el estricto seguimiento del tránsito marítimo que navega por los espacios jurisdiccionales, como de las flotas de pesqueras. Plantea acciones de disuasión a través de la presencia y permanencia de unidades (buques y aeronaves), a fin de evitar que buques extranjeros infrinjan normas nacionales en aguas jurisdiccionales”, señalaron desde la Armada.
Según un informe del Círculo de Políticas Ambientales, con base en los datos satelitales provistos por la plataforma Global Fishing Watch, los barcos chinos incrementaron 800% su pesca en el límite del Mar Argentino en la última década.
Aunque los pesqueros generalmente se sitúan a partir de la milla 201 de las costas sudamericanas, evitando así que la Marina o la Guardia Costera actúe por estar fuera de la jurisdicción del país, el impacto sobre el ecosistema es considerable. La actividad indiscriminada afecta directamente a las actividades de los pescadores locales, a la seguridad alimentaria de los ciudadanos y a las fuentes de empleo.
La pesca legal dentro de la zona económica exclusiva de Argentina se destina en más de un 90% a las exportaciones. Los pescadores locales capturan las mismas especies que se lleva la flota china: merluza común, merluza de cola, merluza negra, calamar y abadejo.