Los clásicos de moda se reversionan cada vez más y se transforman en audaces prendas que dejan mucha piel a la vista. Desde los tops tan chiquitos que parecen cinta aisladora hasta las minifaldas tan diminutas que se ven como un cinturón, ahora Julieta Poggio llevó al extremo este fenómeno y estrenó un audaz conjunto al borde de la censura.
De la mano del asesor de imagen Lucas Mata y el peinador Mauro Brito, la it girl se lució en el último debate de Gran Hermano con un top XXS formado por una tira de cuero color beige y una hebilla metálica en el centro con una arandela, al mejor estilo cinto.
Fiel a su estilo inspirado en los años 2000, la estética denominada Y2K, la ex hermanita combinó la jugada prenda superior con una falda blanca larga de tiro bajo (que dejó a la vista un piercing en el ombligo), con sectores drapeados en un lateral y un impactante tajo que dejó al descubierto gran parte de las piernas.
Los complementos no se quedaron atrás y elevaron el conjunto: un par de botas bucaneras de cuero marrón en tono suela y un collar plateado de eslabones como pieza de joyería principal. El beauty look tampoco pasó desapercibido: llevó un peinado semirecogido con jopo voluminoso y extensiones y maquillaje de alto impacto con delineado cat eye negro y sombras oscuras difuminadas alrededor, acompañado de rubor en las mejillas y gloss en los labios.
Como en cada gala, el equipo de estilistas de la influencer compartió imágenes de la impactante apuesta y los seguidores de la artista no dudaron en darle el visto bueno. “Tremenda, amo todo” y “Una reina hermosa” son algunos de los mensajes que le dejaron. Poggio también pasó por el posteo de su peinador y lo halagó: “Te volaste”.