El diputado libertario Guillermo Montenegro quiso involucrar a su colega Rocío Bonacci en la difusión de la foto de los legisladores libertarios con los represores detenidos en Ezeiza y desató una batahola incontenible para Gabriel Bornoroni en la reunión de bloque de este martes por la noche. Sin la presencia de Martín Menem, quien se encontraba en ese momento con el presidente Javier Milei, la discusión terminó a los gritos y con diputadas que se retiraban al baño para llorar.
Ex ladero de la vicepresidenta Victoria Villarruel, Montenegro acusó a la rosarina de haber gestionado la divulgación de la foto en la que ella misma no salió. «¿Quién sacó la foto? La sacó tu secretaria», habría imputado Bonacci para alegar que ella no tenía el material. Montenegro contestó con otra pregunta: «¿Estás diciendo que la sacó con mi teléfono?».
Entonces, Bonacci precisó que el registro de la problemática visita a los genocidas se había realizado con el teléfono de María Fernanda Araujo. «No digo que fue con tu celular sino con ese violeta que está ahí», habría sido la respuesta, señalando el aparato que pertenecía a Araujo.
Frente a la presión, la dueña del celular se levantó de la mesa, se fue al baño y, según al menos dos testigos, rompió en llanto. Bonacci, en cambio, habría demudado a Montenegro antes que la embargara la impotencia: «Cuando te sacaron a patadas del Senado, fui la primera con la que viniste hablar y te presté oreja y tomamos café», le reprochó.
En tres despachos libertarios confirmaron que Beltrán Benedit, el principal impulsor del encuentro con Alfredo Astiz y los demás militares condenados, y Lourdes Arrieta, la legisladora que renegaba de la verdad jurídica sobre los crímenes de lesa humanidad en los chats pero se arrepintió de la visita aunque posó en el centro de la foto, no dijeron nada. «Benedit estuvo con la cabeza gacha toda la noche», refirieron a LPO.
En el cruce de acusaciones, Bornoroni no se animó a intervenir y, según se comenta en los pasillos del Congreso, la tensión mantiene la bancada al borde de la ruptura permanente. «El bloque sigue solo porque lo une la idea de Milei», admitió un libertario.
Las versiones de los sectores en pugna, sintetizados en la traumática conducción de Menem y el cordobés, por un lado, las disidentes Bonacci y Marcela Pagano por otro y los libertarios silvestres, que van desde Lilia Lemoine hasta Carlos D’Alessandro, difieren sobre el protagonismo que habría tomado la cosplayer que creó el canal de Youtube del Presidente en plena pandemia. Mientras que una de las diputadas contó que Lemoine se burlaba de Bonacci al tiempo que la rosarina le decía «fracasada», otra legisladora indicó que Lilia se fue al baño y Pagano amenazó con denunciarla.
En una de las oficinas del bloque oficialista, deslizaron ante LPO que Lemoine finalmente fue cercenada «desde arriba», en referencia a Karina Milei, y que por esa razón no emitió opinión anoche. «Solo le tiraba besitos a Bonacci para provocarla», graficaron.
A esa altura, la reunión parecía habérsele escapado de las manos a Bornoroni pero, de repente, entró al salón la secretaria del chubutense César Treffinger, quien nació el 14 de agosto de 1975, con dos tortas y una vela. Los miembros de LLA le cantaron el feliz cumpleaños y el agasajado hasta se detuvo a pensar en tres deseos antes de soplar, según se observa en el video al que accedió LPO.
Lo curioso es que la fecha de este martes era 13 de agosto. «Mal presagio para cualquiera que te saluden antes por tu cumpleaños, y encima un martes 13», remarcó un supersticioso.
El jefe de la bancada atinó a ensayar un discurso ecuménico. «Yo los quiero a todos», habría dicho en el punto más alto de su discurso, lo que motivó que los maliciosos lo apodaran «Barnironi», en referencia al dinosaurio Barney que deleitaba a los niños cuando cantaba «Te quiero yo y tú a mí».
Los pases de factura impidieron, además, que los diputados definieran una estrategia para la sesión que estaba convocada para este miércoles y cuyo quórum está atado a lo que Menem logre acordar con los radicales y el pichettismo. Esa es una empresa por la que no dan mucho crédito desde el entorno de los diputados más díscolos en el oficialismo.