El Banco Central de la República Argentina (BCRA) vendió US$165 millones y revirtió el saldo positivo que había acumulado en lo que va del mes. De esta manera, la entidad monetaria pasó a tener mostrar un resultado negativo por US$22 millones.
De acuerdo a lo que explicaron fuentes oficiales a TN, las ventas que hizo hoy el BCRA en el mercado correspondieron a “algo de energía y algunas provincias que están comprando para pagar deuda”. “Tampoco hubo mucha oferta”, agregaron. De esta manera, las reservas internacionales brutas descendieron US$64 millones y se ubicaron en US$27.399 millones.
La última vez que el Banco Central fue el último día hábil de agosto, cuando se desprendió de US$238 millones en el mercado de cambios y perdió casi un tercio de lo que había acumulado en ese mes. Fue la mayor venta desde el 10 de octubre de 2023, en la previa de las elecciones presidenciales.
A pesar de ese mal paso a fin de mes, agosto trajo buenas noticias en el plano financiero para el Gobierno, que pudo controlar la cotización de los dólares paralelos y recomponer una parte de las reservas del BCRA. Luego de un bimestre junio-julio más complicado en ambos frentes, el octavo mes del año fue más calmo.
La venta de divisas que realizó el organismo conducido por Santiago Bausili sucedió en un momento de calma en las cotizaciones de los dólares financieros, que este lunes cerraron por debajo de los $1300. En concreto, el dólar MEP bajó 1,4% en el día y cerró a $1226,42, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) retrocedió un 1% y finalizó la jornada en $1245,65. Por su parte, la cotización informal bajó $10 y $1270.
Esa tranquilidad no tiene que ver únicamente con mejores perspectivas económicas. Por el contrario, es la intervención oficial con reservas la que mantiene el tipo de cambio a raya. Tal como explicó TN, las estimaciones privadas hablan de un promedio de US$650 millones usados con ese fin en el último mes y medio.
La política de vender reservas para comprar pesos fue anunciada a mediados de julio por el Gobierno, tras la escalada que llevó al dólar blue a tocar los $1500. Los analistas del mercado interpretaron que el movimiento apuntaba, precisamente, a aumentar la oferta de dólares en el segmento financiero y así contener el precio.