Tyrese Haliburton, el líder de los Indiana Pacers, vivió el domingo un cruel final a su sueño de coronarse campeón de la NBA con una temprana lesión en el partido definitivo ante Oklahoma City Thunder.

Después de comenzar la noche con un ritmo espectacular, con 9 puntos, con tres triples casi consecutivos, Haliburton se desplomó en el suelo cuando llevaba la pelota en uno de los ataques de su equipo. Solo iban 7 minutos del primer cuarto.

Gritando y golpeando el suelo con la mañano, el base fue rápidamente rodeado por sus compañeros antes de ser llevado al vestuario entre lágrimas y sin poder apoyar el pie derecho.

Haliburton arrastraba una lesión muscular en la pierna derecha desde el lunes, pero no quiso abandonar a sus compañeros en la lucha por el anillo.

Tras su salida de la pista, los Pacers dijeron que el base sufrió una “lesión en la parte inferior derecha de la pierna” mientras su padre, John Haliburton, señaló a ESPN que la lesión fue en el tendón de Aquiles, sin dar más detalles.

Tras el partido, apoyándose en muletas, Haliburton consoló a sus compañeros en el túnel de vestuarios.

“Lo que sucedió con Tyrese… a todos se nos paró el corazón”, dijo el entrenador Rick Carlisle a la prensa. “Pero él volverá. No tengo ninguna información médica sobre lo que pudo haber sucedido, pero él volverá y creo que se recuperará completamente”, afirmó.

“Estoy orgulloso de este chico. Ha pasado por muchas cosas durante el año, muchas críticas. Es mucho para un joven. Estaba bajo mucho estrés y siguió luchando”, le reconoció su compañero Pascal Siakam.

Haliburton concluyó las Finales con un promedio de 14,0 puntos, 4,6 rebotes y 5,9 asistencias, unos números que no reflejan su trascendencia en estos playoffs espectaculares de los Pacers.