Mauricio Macri se reunió con Cristian Ritondo para analizar la situación del gobierno de Javier Milei, después de dos semanas de turbulencias extremas.
La cumbre del ex presidente y el jefe del bloque de diputados se dio este jueves después de la derrota del oficialismo en la votación de la fórmula jubilatoria, pero también en un contexto muy complicado para el gobierno.
Además de la derrota en el Congreso, Milei viene de la renuncia de Nicolás Posse, el escándalo de sobresueldos y alimentos retenidos en Capital Humano y datos cada vez más preocupantes en el frente financiero.
Fuentes al tanto de lo conversado en la reunión contaron a LPO que se coincidió en que lo más grave es que el gobierno está mostrando que no tiene gestión. También hubo críticas a los funcionarios que protagonizaron las internas de las últimas semanas y una sentencia lapidaria: no se pelean por política, se pelean por las cajas.
En el PRO hay quejas por los cargos que están vacantes o con funcionarios kirchneristas heredados (que Posse estimó en más de 1800) y sostienen que esa es una de las razones porque la gestión tiene tantos problemas. Pero la posibilidad de un acuerdo se enfrió completamente y en el macrismo quieren dejar en claro que no tienen nada que ver.
«Nosotros tenemos que defender la ideas, pero dejar claro que no somos gobierno», dijo Macri en la reunión. El ex presidente repite que hay que esperar a que se apruebe la Ley Bases para empezar a tomar distancia -como reveló LPO-, pero en el PRO analizan empezar a marcar públicamente los errores de gestión.
En el PRO dicen que en los diálogos con sectores empresarios y políticos observan un deterioro cada vez mayor de la percepción del gobierno. Lo mismo -sostienen- notan en su base electoral.
Es por eso que en el macrismo toman con pinzas las encuestas que dan a Milei con más de 50 puntos de imagen positiva o creciendo. Dicen además que muchos de los encuestadores que tiran estos números son asiduos visitantes de la Quinta de Olivos.