Este lunes, Roberto García Moritán fue interceptado por un cronista de Intrusos (América) mientras salía del edificio donde vive desde que se separó de Carolina Pampita Ardohain, el 20 de septiembre pasado. Con una carry on en mano y una bolsa de consorcio en la otra, el empresario y exfuncionario porteño contó que se dirigía a un lavadero, y evitó dar detalles sobre su situación personal y profesional. “No tengo nada que decir”, aseguró; aunque, luego respondió varias preguntas vinculadas a su presente. Además, se refirió a la explosiva versión que lanzó el periodista Ángel de Brito, quien lo vinculó con otra mujer.
“¿Cómo estás pasando este momento?”, arrancó el periodista. “Tranquilo”, respondió García Moritán, mientras se abría paso con sus bártulos. “¿Estuviste, puede ser, en el cumpleaños de uno de los hijos de Pampita?”, insistió el notero. García Moritán fue contundente: “Es la madre de mi hija y no tengo nada que decir”, dijo sin más ganas de seguir la charla. “Gracias. Muchas gracias. Que tengas un gran día”, intentó despedirse.
Pero el periodista arremetió y le preguntó sobre los rumores en torno a su vida sentimental. “Se especuló con unas latas de cerveza que habías ido a comprar. ¿Estás acompañado? Se dice que estarías en pareja o conociendo a alguien”. “Ojalá”, lanzó García Moritán irónico. “Ese sábado vinieron mis hermanos, Luchi y Francisco”, aclaró, aplacando los rumores de romance.
En el ida y vuelta, el periodista le preguntó por su renuncia al Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad. “A nivel laboral, ¿lo importante era renunciar para descomprimir un poco? ¿Cómo estás con esa situación?”, le consultó. Visiblemente incómodo, Roberto expresó su malestar. “(Me lo preguntás) ¿por la violencia que ejercen ustedes con estos acosos que se meten en la vida de la gente?”, dijo. “Si hay algo que no quería hacer era perjudicar al gran gobierno que está haciendo Jorge (Macri) y todo su equipo. Hay mucho por decir. Necesito por lo pronto, ropa limpia”, siguió.
La nota fue breve, pero suficiente para que García Moritán dejara en claro que, si bien tiene mucho por contar, siente que no es el momento adecuado para hacerlo. “Hay mucho por decir. Lo de la causa de Catamarca se dieron cuenta todos de que era un chiste. Es por el nivel de mala leche, de impunidad, de capacidad de daño, que tienen los medios y se aprovechan”, aseguró.
El cronista arremetió: “¿Pensás que hay alguien detrás de todo esto, que fue adrede lo que se armó?”, preguntó. “Chicos, son inteligentes. Saquen sus propias conclusiones. Ya se está haciendo muy largo”, cerró.
Días atrás, el empresario había dado otra nota en la que explicó cómo estaba transitando este momento. “Estoy peleándola, pero bien”, aseguró. Sucedió en medio de la novena cena solidaria anual de la Asociación de Ayuda al Ciego. “¿La exposición te perjudicó mucho?”, preguntó el periodista Rafael Juli. El economista respondió: “(La exposición) era parte del juego. Lo que sí arranca es la etapa de la verdad. Ahora, voy a hablar mucho más con mis abogados, con los fundamentos y argumentos. Siempre con la verdad”.
“¿Fue una operación política?”, indagó el cronista. García Moritán se lo afirmó. “No me siento defraudado de la política, pero sí con algunos…”, dijo misterioso, sin dar más detalles. A modo de cierre de la entrevista, el enviado del programa aventuró: “¿Me parece que estabas indignado con algunos periodistas?”. Con una expresión que denotaba cansancio, Roberto sentenció: “Ellos son parte del engranaje. Son operadores”.
