Cuando los ajustes de sueldo no alcanzan para recuperar la pérdida del poder adquisitivo, la actualización de los beneficios monetarios que otorgan las empresas cobra aún mayor relevancia. El pago del almuerzo y la guardería, o el reconocimiento de los gastos de Internet, de automóvil y de la capacitación, son algunos de los ítems cuyo costo tiende a revisarse, cada vez, con mayor frecuencia.
De hecho, de acuerdo con un relevamiento de la consultora WTW realizado en marzo sobre 431 compañías, el 63% de la muestra actualiza el valor de sus beneficios monetarios cada dos o tres meses. Según Marcela Angeli, directora de Work & Rewards de WTW, «el valor de los beneficios antes se modificaba dos o tres veces al año, mientras que ahora se ajusta, por lo menos, entre cuatro y seis veces en el año; las empresas están siendo muy activas en esta materia».
Beneficios para compensar ajustes de sueldos que no alcanzan
Incluso, «aquellas organizaciones que no venían siendo competitivas en este campo, encuentran un espacio para mejorar la remuneración total de sus empleados mediante la incorporación de algún beneficio que no venían dando», completa la directiva de WTW.
Los principales criterios para incrementar el valor monetario de los beneficios -que muchas veces se efectivizan como un reintegro de dinero- son «el índice de inflación y el porcentaje de ajuste salarial ya otorgado a la dotación», puntualiza Angeli.
Una visión similar comparte Mariela Rendón, gerente Senior de la consultora PwC: «El paquete de beneficios sigue siendo una herramienta muy importante para compensar en alguna medida lo que se pierde por la diferencia entre los ajustes salariales y la inflación, ya que la mayoría de las organizaciones han quedado por debajo del aumento de precios», señala. Y agrega que «las empresas tratan de tener una oferta variada, que responda a las necesidades de acuerdo con las diferentes generaciones y perfiles de sus empleados».
Prepaga, vacaciones y home-office
Según una encuesta de PwC, los beneficios que más aprecian los empleados son el plan de medicina prepaga; la flexibilidad horaria y el home-office; el otorgamiento de días libres y de vacaciones adicionales a lo que estipula la ley; la capacitación; el bono variable, el comedor en el lugar de trabajo, y el subsidio de almuerzo o el suministro de viandas de comida. En tanto, los beneficios que tienen mayor prevalencia en el mercado son la asistencia médica, la canasta de fin de año, el pago de telefonía celular, el almuerzo, el otorgamiento de licencias adicionales, el horario flexible, y las becas, posgrados y cursos.
«Las acciones de las empresas tienen que ver principalmente con la salud, el bienestar y la asistencia a los empleados en temas personales», afirma Rendón. El sondeo de PwC consigna que el 65% de las compañías adoptó iniciativas que apuntan a una mayor flexibilidad, iniciativas vinculadas con la salud y el bienestar, y capacitación en educación financiera.
El ajuste: beneficio por beneficio
La consultora WTW relevó a qué valor se actualizaron los beneficios monetarios durante marzo. Según los resultados, con la expansión del home-office, las empresas comenzaron a pagar los gastos de conectividad domiciliaria de sus empleados. El 46% reconoce gastos de Internet por un valor promedio mensual de $17.000, con máximos que pueden llegar a 20.500 pesos.
El beneficio del almuerzo, que brinda el 69% de las firmas, se aplica bajo diferentes modalidades. Según WTW, el 31% de las empresas cuenta con comedor en el lugar de trabajo, mientras que un 9% deposita un monto de dinero en el recibo de sueldo para el almuerzo y el 7% entrega una vianda de comida los días de trabajo presencial, entre las medidas más difundidas. Este beneficio también se aplica mediante una tarjeta de pago, una vianda diaria o la asignación de dinero en una billetera virtual.
En promedio, el monto diario del subsidio de almuerzo es de $4.850 (con máximos que pueden llegar a $6.200) para todo el personal, y una cifra algo mayor, de $5.900 (con máximos de $8.000), para la fuerza de ventas.