La reunión entre diputados nacionales de La Libertad Avanza y represores de la última dictadura que cumplen condena perpetua en la cárcel de Ezeiza, como adelantó en exclusiva LPO, terminó detonando una interna dura entre los libertarios.
Según pudo reconstruir este medio, el miércoles pasado, un día antes del encuentro, el entrerriano Beltrán Benedit envió un mensaje ambiguo al grupo de WhatsApp del bloque invitando al penal de Ezeiza «a visitar a los presos» y aclaró que sería «una visita humanitaria desde la política».
En ningún momento Benedit dijo que se trataba de Astiz y compañía, y los diputados se enteraron en el medio del viaje cuando eran trasladados en una combi oficial de la Cámara de Diputados. «Si hubiese ido en auto, me bajaba», dijo uno de los asistentes mientras iba escuchando los nombres de los militares condenados. De hecho, el diputado entrerriano les dijo que no pudo adelantar nada previamente porque era «ultra secreto».
«Quienes quieran asistir enviarme foto y DNI para organizar ingreso con el Director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez (excelente colaborador)», aclaró Benedit en el mismo mensaje.
Tanto Gabriel Bornoroni, presidente del bloque, como Martín Menem, presidente de la Cámara, negaron estar al tanto de la gira libertaria por el pabellón de los genocidas aunque ese jueves a media mañana Sharif Menem, secretario de Martín, le pidió el listado de diputados que iban a ir.
Los diputados que se sumaron a la excursión de Benedit fueron Lourdes Arrieta, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo. Todo terminó en un gran pase de factura dentro del bloque y «Bornoroni y Menem haciéndose los distraídos», dijeron a LPO.
La tensión llegó al punto tal que Benedit había prometido emitir un comunicado con la foto que se sacaron con los militares presos pero eso nunca ocurrió y el entrerriano terminó haciendo una defensa cerrada de los genocidas en el grupo de WhatsApp, negando que sean represores sino «ex combatientes contra la subversión marxista». Además, llama a los jueces terroristas y dice que «LPO muestra estar más cerca del terrorismo zurdo que de la verdad».
Para entonces, el chat de los libertarios estaba al rojo vivo: «Rocío Bonacci se pelea en la combi cuando están llegando al penal con Beltrán porque ni él ni el jefe de bloque Bornoroni le anticiparon a quién iban a ver. Le hicieron una cama a ella y a Lourdes Arrieta que tampoco sabía», escribió una de las diputadas.
Por su parte, Bonacci, que se negó a firmar el comunicado y a salir en la foto que al final nunca circuló, aprovechó para recordarles a sus compañeros de bloque que «me recriminaron que siempre manejé el trámite legislativo sin consensuarlo previamente con el ejecutivo, y en contraparte van y organizan una visita a Ezeiza para visitar a estos tipos. Sin aclararlo previamente, pintándolo de una visita humanitaria, catalogándolos como ex combatientes de Malvinas, el cual no es el título que a ellos les queda», escribió en el chat.
«Y para colmo diciendo que tenían el aval de la Casa Rosada y de Martin Menem, el cual desconoce toda visita y patea la pelota de la cancha. Te embarcan en una actividad, y te la explican en el transcurso. Porque era ultra mega secreto», sostuvo la diputada.
La pelea en oficialismo fue seguida de cerca por Oscar Zago, ex presidente del bloque que fue echado por Karina Milei y Martín Menem para ponerlo a Bornoroni. Ahora, Zago está negociando con Ritondo el armado de un interbloque y quieren tentar a legisladores incómodos en La Libertad Avanza para que se sumen.