El triunfo de Javier Milei en el balotaje generó incertidumbre entre ahorristas y empresas. Sus declaraciones en la campaña en contra del peso y a favor de la dolarización pusieron en jaque a los depósitos en moneda local, que empezaron a caer desde las PASO para resguardarse en el dólar.
A pesar de la recuperación que se vio tras la primera vuelta electoral, cuando el mercado esperaba una continuidad del oficialismo, la confirmación del cambio de signo gubernamental reavivó la tendencia. Desde el balotaje hasta fin de noviembre, los depósitos en pesos retrocedieron 5,2% en términos nominales (casi $1,9 billones). Al descontar el efecto de la inflación, la pérdida es aún mayor: según la consultora LCG la baja mensual real llegó a 8,6%.
Aunque Milei había recomendado no renovar los plazos fijos, la caída también afectó a las cuentas corrientes y cajas de ahorro del sector privado. En detalle, la dinámica que se registró desde el balotaje fue la siguiente:
- Los plazos fijos retrocedieron 4,7% (más de $258.000 millones) desde el 19 de noviembre. En particular, las colocaciones de más corto plazo -menos de 60 días- bajaron 5% nominal. De punta a punta del mes, la consultora LCG estimó una baja real de 8,6%.
- Los saldos en caja de ahorro bajaron 3,9% en total. Al individualizar por tamaño del depósito, aquellos mayores al millón de pesos mostraron una caída más abrupta, de 13,3%, en los últimos diez días del mes pasado.
- Las cuentas corrientes, por su parte, mostraron una caída de 8,8% en total y aquellas con saldos superiores al millón de pesos retrocedieron 9,5%.
- Las cuentas a la vista, en tanto, mostraron un alza nominal de 0,4% (que llegó a 1% en los mayoristas) entre el 19 y el 30 de noviembre.
Sobre este punto, el economista de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño, apuntó: “Están cayendo en términos reales los depósitos a plazo fijo. Los saldos a la vista, algo menos. En realidad, estamos destruyendo pesos que se van al circulante y a los depósitos transaccionales”.
De la bola de Leliq a la bola de pases
Este desarme de depósitos es la contracara de la baja renovación del stock de Leliq en las últimas licitaciones -este martes apenas se rolleó el 1,8% de los vencimientos-. Como contó TN, los bancos están pasando sus fondos a pases pasivos, un instrumento de cortísimo plazo (24 horas) en lugar de colocarlos en letras a 28 días. Si bien resignan algunos puntos de tasa, este movimiento les permite estructurar su liquidez para responder a la huida del peso que ven entre sus clientes.
Los administradores de los fondos comunes de inversión (FCI) también se volcaron a los pases que les ofrecen una tasa nominal anual de 107%. Según datos del Banco Central (BCRA), antes del balotaje el saldo de ese instrumento era algo mayor a los $782.000 millones y se incrementó hasta los $4,4 billones a fines de noviembre.
“Hay desarme de depósitos. Todavía son números que no son necesariamente alarmantes, ya que se parte de niveles bajos, pero sin dudas marcan una tendencia. Se vio un aumento considerable de pesos colocados en FCI money market (de corto plazo y alta liquidez) y esos vehículos aumentaron fuertemente su exposición a pases”, señaló Salvador Vitelli, jefe de research de Romano Group y agregó que esa decisión estuvo relacionada con que los bancos dejaron de recibir pesos para cuentas remuneradas, uno de los destinos preferidos de los FCI.
El especialista también indicó que luego del balotaje, las entidades financieras otorgaron préstamos por alrededor de un billón de pesos y que, para hacerlo, es probable que hayan desarmado una parte de los depósitos. Ambos factores, combinados, explicarían la caída de las colocaciones en moneda local.