Después de varios días de idas y vueltas y cortocircuitos varios, Javier Milei finalmente confirmó que Patricia Bullrich será su ministra de Seguridad, en lo que parece un desafío total a Mauricio Macri y detona por completo la relación con la CGT.
La confirmación de Bullrich en Seguridad se oficializó horas después de que Patricia anunciara que dejará la presidencia del PRO, algo que le exigían dentro del partido quienes se oponen al «cogobierno» con Milei.
El acuerdo entre Bullrich y Milei se cerró en la reunión que mantuvieron el jueves por la mañana en el Hotel Libertador y que se dio horas después de que LPO revelara que Macri estaba amenazando con bajar a Patricia del gabinete si no le daban la presidencia de la Cámara de Diputados. La todavía presidenta del PRO le respondió con un mensaje fulminante que le envió a Viviana Canosa: «Yo no me someto a Mauricio Macri».
LPO reveló ayer que Patricia estaba negociando a título personal con Milei y le ofreció sumarle un grupo de nueve diputados al bloque de LLA a cambio de cargos. Además de Seguridad, pidió Defensa para Luis Petri, la Biblioteca Nacional para el filósofo Santiago Kovadloff y Migraciones para María Eugenia Talerico.
La jugada de Milei implica un desafío triple. Por un lado a Macri con quien la relación parece completamente rota. El libertario le bloqueó todos los lugares a lo que aspiraba el expresidente: Anses, YPF, PAMI y, por ahora, la presidencia de Diputados.
Por otro lado, Milei concreta el principal desafío contra Victoria Villarruel, a quien durante toda la campaña mostró como su referente en Seguridad y Defensa. Pero la vice quedará reducida a su rol en el Senado, después de la jugada independentista de mostrarse con logo propio días antes de las elecciones y de visitar a los jefes de las fuerzas para resistir el desembarco de Patricia.
Pero el tercer eje de la jugada de Milei es acaso la más delicada en términos de gobernabilidad. Es que la designación de Bullrich implica en los hechos una ruptura con la CGT, con la que el libertario había abierto una negociación para evitar conflictos en el arranque de la gestión.
LPO anticipó que desde la CGT y el peronismo le hicieron llegar un mensaje claro a Milei: «No hay manera de que tengamos un acuerdo si ponés de ministra a la que nos quiso meter presos a todos».
Para parte del peronismo Patricia es el sinónimo de la mesa judicial y la persecución de dirigentes que durante el macrismo terminaron con causas y presos. En la CGT recuerdan los casos del «Caballo» Suárez, «Pata» Medina y «Vino Caliente» Juárez, entre otros.
También anotan las investigaciones contra Víctor Santa María y, especialmente, Hugo y Pablo Moyano. Justamente, el hijo del camionero es el más preocupado y en la campaña ya se había cruzado con Patricia porque lo amenazó con meterlo preso. Según supo LPO, Pablo se fue a España y todavía no volvió.
El problema para Milei es que con Patricia se le complica incluso el acuerdo con los sectores más racionales de la CGT, con lo que ya tiene diálogo como Armando Cavalieri y Gerardo Martínez. Para «los gordos» era mejor que Bullrich sea ministra de Trabajo que de Seguridad.
Por otro lado, Milei confirmó que el abogado Rodolfo Barra estará al frente de la Procuración del Tesoro de la Nación, un cargo clave para las reformas que promueve el libertario.
Barra fue juez de la Corte Suprema menemista entre 1990 y 1993 y luego ministro de Justicia entre 1994 y 1996. Barra fue una figura clave de las privatizaciones junto a Roberto Dromi, que ahora estaría asesorando a Milei. En 1996 Menem le pidió la renuncia por un escándalo con su pasado militante en una organización filonazi y por el rechazo que generó su «Ley Mordaza» a la prensa.