¿Nube pasajera o fin de fiesta? El mercado intenta por estas horas dilucidar el alcance de las bajas que se vieron ayer, por segunda día consecutivo, en los bonos de la deuda y también las acciones, mientras el dólar se mantuvo en calma.
En pleno inicio de cosecha, el mercado cambiario tiene una dinámica propia que, dado el fuerte nivel de compras que realiza desde que asumió la nueva gestión en el Banco Central, alimentó hasta ahora la carrera alcista de las acciones argentinas y, sobre todo, de los bonos soberanos. Ese rally pareció esta semana haber encontrado un freno.
Con contadas excepciones, entre ellas el Grupo Galicia que acaba de anunciar la compra de las operaciones locales del HSBC, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street anotaron claros retrocesos mientras que también en el mercado local la tónica fue negativa, con una caída de 1,5% del Merval. Para los bonos, la jornada no fue mucho mejor. Lejos de eso, el riesgo país volvió a anotar una suba, aunque sigue cómodo por debajo de los 1.300 puntos básicos con los títulos más operados que cayeron más de 4 por ciento.
Todo ello enmarcado en un contexto internacional adverso, con caídas en los principales mercados tras conocerse el dato de inflación de Estados Unidos, una décima por encima de lo previsto, lo que hace presuponer a los inversores que el proceso de baja de tasas de la Reserva Federal se ralentizará. No es una buena noticia para los activos argentinos. Aun así, si bien existió hoy un claro efecto contagio, existen en el horizonte nuevos estímulos que podrían volver a insuflar ánimos positivos en el mercado. Por caso, si bien los traspiés legislativos que hasta ahora sufrió el Gobierno no hicieron mella en el buen humor de los inversores, en el mercado se sigue con gran atención el devenir de la nueva Ley de Bases en pos de alcanzar el anunciado Pacto de Mayo. Una victoria en el Congreso podría ser la chispa que vuelva a encender el entusiasmo con la economía argentina.
“Todos, particularmente el FMI, están atentos a que el Gobierno pueda aprobar alguna reforma en el Congreso. Si además eso incluye la reforma laboral, hay un nuevo rally en puerta”, opinó en diálogo con Infobae el jefe de Research de uno de los bancos internacionales más grandes que operan en el país.
Pero en la foto de esta semana también asoman algunos temores. El principal de ellos que se haya alcanzado ya los máximos posibles en las actuales circunstancias y que el Gobierno se haya quedado ya sin el combustible suficiente para seguir alimentando el buen clima para con la Argentina. El temor concreto es que los datos fiscales de marzo ya no luzcan tan verdes como los del primer bimestre, cuando se acumuló un superávit financiero que triplicó la meta de 0,9% del PBI acordada con el FMI. De hecho, un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) calculó que en marzo regresó el déficit a las cuentas públicas.
En el mercado se sigue con gran atención el devenir de la nueva Ley de Bases en pos de alcanzar el anunciado Pacto de Mayo. Una victoria en el Congreso podría ser la chispa que vuelva a encender el entusiasmo con la economía argentina.
“Por primera vez desde mediados de marzo, los bonos cerraron en rojo en los mercados internacionales. No parece todavía preocupante, pero podría indicar que la corrida alcista de los bonos puede haberse puesto en pausa. ¿La razón? Muy posiblemente se deba a rumores de que el dato fiscal de marzo puede no ser tan espectacular como sus predecesores”, apuntaron desde la consultora Outlier, donde restaron gravedad al movimiento. Con una mirada similar, desde el Grupo IEB, Nicolás Cappella sentenció que el dato de inflación de Estados Unidos terminó con “la fiesta de los bonos” aunque apuntó que “desde lo fiscal, se dio a conocer una nueva ley de blanqueo que planea el gobierno y la restitución de impuesto a las Ganancias. Si se llegara a aprobar ambas en el Congreso, mejoraría las cuentas nacionales, lo cual sería otro viento de cola para los bonos”.