La hija del fallecido exgobernador busca ser la cara del peronismo cordobés. «Hay que decir con claridad que el modelo Córdoba no tiene nada que ver con Milei», dice en una nota con LPO.
Natalia de la Sota comenzó su posicionamiento con el objetivo de renovar su banca en Diputados el año que viene. Lo dice sin medias tintas: «Quiero representar a los cordobeses que no concuerdan con este modelo de país», dice en diálogo con LPO. Esa porción significa el 40% del padrón; casi todo el electorado peronista.
«El peronismo de Córdoba tiene que lograr ser la representación de quienes no están de acuerdo con este modelo de país. Es un modelo que no quiero como justicialista. Ningún justicialista va a querer un modelo de ajuste a las universidades, de crueldad con los jubilados y discapacitados, con tarifas que implican tener que cerrar el taller o la pequeña fábrica. Esa masa crítica, que según la mayoría de las encuestas es del 40% en Córdoba, tiene que estar representado; y yo quiero tener esa responsabilidad», dice De la Sota.
Con ese norte comenzará esta semana una serie de giras por la ciudad de Córdoba y en el interior provincial. Aunque se mantiene en el esquema del Gobierno provincial, ella no habla de «partido cordobés», el proyecto del llaryorismo.
«Hay momentos para empezar a pensar en una fuerza nacional que pueda ser una opción real. El justicialismo tiene que repensarse. Seguir separado de un proyecto nacional no es bueno, tenemos que empezar a pensar en confluir», dice, aclarando siempre que el paraguas es el justicialismo, no el kirchnerismo.
Respecto de la posición ambivalente de Llaryora respecto de Milei, De la Sota dice que «entiende la postura» frente a la necesidad de gobernar. Sin embargo, dispara: «No entiendo por qué se ha logrado bastante poco al mantener esa postura; espero un poquito más: porque apostamos a modelos distintos y hay que decirlo con claridad».
«Hemos tenido en Córdoba gobiernos presentes, eficientes, atento a sectores productivos, gobiernos que atendieron la educación, la salud y la infraestructura; no hay nada que nos acerque a Milei. Estoy esperando un poco de más oposición por parte del gobernador respecto de Milei», es el reclamo de De la Sota.
«En cualquier escenario hay que lograr representar a esa masa de cordobeses. Necesitamos poder expresar las diferencias con el Gobierno nacional. Este momento pide claridad absoluta respecto de las posiciones políticas. En un escenario tan extremo, mantenerse con moderación, coherencia y con ciertos principios es difícil, pero es algo que se pide a gritos», es el pedido de De la Sota a Llaryora.
«No es fácil ser oposición. No está de moda el Estado presente, de justicia social, el modelo colectivo; no está de moda ser justicialista, pero hay que bancársela porque Milei está demostrando que no le interesa para nada las provincias y la gente que las habita. Cuál es el superávit si se deja de pagar todo y se genera una nueva deuda social», agrega la hija del fallecido ex gobernador cordobés.
Cuando analiza las encuestas, que arrojan que el Gobierno nacional cuenta con el aval del 60% de los cordobeses, De la Sota dice: «Hay expectativa de un sector que la pasa re mal, pero que tiene una expectativa de que estará mejor. La Libertad Avanza trabaja muy bien en crear la expectativa. Es un rasgo de las ultraderechas».
En cuanto a su permanencia en el ecléctico bloque de Encuentro Federal, en Diputados, De la Sota dice que lo único que puede hacer que lo abandone es que se le impida debatir internamente. «Mientras se puedan dar discusiones dentro del espacio, estaré», dice de su futuro.
Mientras se espera que el Gobierno y sus aliados habiliten el debate por el Presupuesto, De la Sota dice que el de Milei es un modelo 80/20, con un 20% de la sociedad altamente beneficiada y una mayoría «abandonada, dejada de lado». «No ver eso es no ver el rumbo que el Gobierno quiere para el país. Milei festeja una realidad paralela y se autocelebra agraviando, mientras el consumo se desploma y las pymes entran en una licuadora.