Un satélite de comunicaciones fabricado por la empresa Boeing presentó fallas inesperadas y se desintegró mientras estaba en órbita. La publicación Jalopnik reportó el incidente y los operadores confirmaron que se detectaron anomalías que derivaron en una “pérdida total” del dispositivo en el espacio.
Intelsat, que operaba el satélite 33E, señaló que en este momento trabaja junto al fabricante y con agencias gubernamentales para analizar los datos y las observaciones posteriores al hecho. En ese marco, se conformó una junta de especialistas para realizar un “análisis exhaustivo” a fin de determinar dos aspectos relevantes, la causa de la anomalía y el curso de los escombros que resistieron a la desintegración.
Este dispositivo se lanzó en el año 2016 para ofrecer servicios de comunicación en Europa, Asia y África. Según recuerda The Verge, 33E había comenzado su andada en el espacio con el pie izquierdo, con problemas en su sistema de propulsión tras el despegue, alcanzando su posición en órbita con más demora de la prevista inicialmente. En el 2017 tuvo otra falla, que redujo más de tres años su vida útil, que en primera instancia era de 15 años.
El incidente del satélite Intelsat 33E fabricado por Boeing: ¿qué pasará con los escombros?
La Fuerza Espacial de Estados Unidos confirmó las fallas y posterior ruptura del satélite en la órbita geoestacionaria (GEO), donde los satélites artificiales se mueven sincrónicamente con la rotación terrestre. “Actualmente, se están rastreando alrededor de 20 piezas asociadas”, señalaron. Además, indicaron que por el momento no observaron amenazas inmediatas y que continúan realizando evaluaciones de rutina para garantizar la seguridad.
Amén de los comentarios de ese organismo estadounidense. El sitio Space News observa que por el momento no hay precisiones acerca de cuántas piezas del satélite desintegrado permanecen en esa órbita. La empresa ExoAnalytic Solutions mencionó más de 55 escombros.
La falla en el satélite que fabricó Boeing incrementa el escrutinio a esa compañía, luego de la problemática misión Starliner (con fallas y retrasos, provocando que dos astronautas queden varados en la Estación Espacial Internacional), y los cargos por los accidentes del avión 737 Max.
Reconocida por sus aviones comerciales, la estadounidense Boeing también cuenta con divisiones dedicadas a la fabricación de helicópteros, misiles y satélites.