En un reciente informe climático publicado en la revista científica BioScience, un grupo de científicos internacionales advirtió que el planeta está al borde de un “desastre climático irreversible”. El estudio revela que de los 35 signos vitales que se monitorean anualmente, 25 han alcanzado niveles críticos, los peores jamás registrados. Estos signos vitales incluyen factores clave como la temperatura de los océanos, la acidez del agua y el nivel global del mar.
La causa principal
Los gases de efecto invernadero de origen humano son los principales impulsores de esta crisis climática, según el informe. Un 90 % de estas emisiones provienen de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, mientras que el resto es producto de la deforestación y otros procesos de destrucción ambiental impuestos por el ser humano. Las emisiones de dióxido de carbono y metano continúan aumentando, a pesar de los intentos globales por reducirlas, lo que agrava la situación climática.
El aumento de los fenómenos climáticos extremos
Los efectos de este descontrol climático ya son visibles, según el informe, que destaca la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos. En 2023, las temperaturas superficiales de los océanos de la Tierra alcanzaron niveles récord, lo mismo que la acidez de sus aguas, lo que tiene serias repercusiones sobre la vida marina.
El nivel del mar también está en su punto más alto registrado, y tres de los días más calurosos de la historia se registraron en julio de 2023. Además, las emisiones de combustibles fósiles aumentaron un 1,5 % respecto al año anterior, un indicio claro de que los esfuerzos actuales son insuficientes. Según los expertos, estos fenómenos se volverán más frecuentes y más devastadores en los años por venir: “Nos encontramos en medio de una agitación climática abrupta que pone en peligro la vida en la Tierra, como nunca antes habíamos visto los humanos”, declaró William Ripple, ecólogo y líder del estudio, en una entrevista con The Guardian.
Crecimiento poblacional y su impacto en el clima
Según el estudio, la población global está aumentando a un ritmo de 200.000 personas por día, lo que incrementa la demanda de recursos y la emisión de gases de efecto invernadero. Además, la cría de ganado, como vacas, ovejas y cabras, contribuye de manera significativa a las emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero. El número de estos animales está creciendo a un ritmo de 170.000 al día, lo que también incrementa la deforestación necesaria para su cría.
Los científicos advierten que este crecimiento descontrolado está llevando al planeta hacia una situación insostenible: “La superación ecológica —tomar más de lo que la Tierra puede dar de manera segura— ha empujado al planeta a condiciones climáticas más amenazantes que cualquier otra que hayan presenciado incluso nuestros parientes prehistóricos”, dijo William Ripple.
Previsión de calentamiento global para el año 2100
A pesar de los compromisos actuales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el planeta sigue en curso hacia un escenario preocupante. Según el informe, se proyecta que el calentamiento global alcanzará un pico de aproximadamente 2,7 grados Celsius para el año 2100. Este nivel de calentamiento tendría consecuencias devastadoras, no solo para los ecosistemas, sino también para la estabilidad de las sociedades humanas.
El estudio destaca que, incluso si se implementaran las políticas actuales de reducción de emisiones, el daño ya hecho es significativo y solo queda esperar que se logre limitar la magnitud del impacto. “Trágicamente, no estamos logrando evitar graves impactos, y ahora solo podemos esperar limitar la magnitud del daño”, enfatizan los autores del informe en BioScience.
Riesgo de colapso social
Uno de los puntos más alarmantes del informe es el creciente debate en la comunidad científica sobre la posibilidad de un colapso social global como resultado de la crisis climática. El estudio menciona que cada vez se publican más artículos científicos que vinculan el cambio climático con la inestabilidad social, un tema que ha ganado relevancia en los últimos años. Aunque es posible que se logre evitar un colapso total, los autores advierten que los desplazamientos masivos de población serán inevitables.
De acuerdo con las proyecciones, para finales de siglo, alrededor de un tercio de la población mundial podría encontrarse viviendo fuera del “nicho climático humano”, enfrentando riesgos graves como enfermedades, muerte prematura, hambre y otras consecuencias adversas.
A pesar de las crecientes evidencias de la gravedad de la situación, las emisiones siguen aumentando y los compromisos internacionales no han logrado frenar esta tendencia destructiva. La advertencia es contundente: sin una transformación radical en las políticas ambientales y económicas, el futuro de la vida en la Tierra está en peligro.