La arquitectura retórica sobre la que se apoya el plan de gobierno del presidente Milei entró en zona de riego. La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) confirmó que en febrero se perdió el superávit financiero que el Presidente y su ministro de Economía, Luis Caputo, habían celebrado como un hito «histórico».
La confirmación del resultado negativo generó un punto de tensión entre el presidente Milei y su ministro de Economía, como anticipó LPO en exclusiva.
Según la OPC, el rojo financiero luego del pago de intereses de la deuda fue de 186.635 millones. Pero además el organismo técnico del Congreso también confirmó que el superávit primario -esto es recaudación contra gastos antes del pago de servicios de deuda-, fue significativamente menor que el de enero: paso de 2,5 billones a 930.000 millones, una impresionante caída del 160%.
Se trata de una situación que incluso podría ser más grave si el Gobierno empieza a cumplir con sus obligaciones legales y contratos. Es que buena parte del superávit de enero se alcanzó por el no pago de facturas de energía y transferencias obligatorias por ley a las provincias. Por caso, la transportadora Transener reveló este miércoles que esta en una situación de quebranto por los impagos del gobierno.
Cuando el Gobierno nacional celebró que en enero que se había alcanzado el superavit financiero por primera vez en dos décadas, el presidente Milei arengó en su cuenta de X: «Vamos Toto. El déficit 0 no se negocia».
Caputo se sumó a la celebración sin problemas para autoelogiarse: «No hay antecedente mundial de una reducción de cinco puntos de déficit en un mes, y lo que eso muestra es el compromiso del Presidente con lo que nos hemos comprometido».
Pero con la profundización del ajuste empezaron a sentirse los efectos de la recesión y como en la fallida experiencia del ex ministro radical José Luis Machinea, la recaudación empezó a caer, obligando a un mayor ajuste para alcanzar el equilibrio de las cuentas.
Prácticamente el único impuesto que crece de manera considerable es el impuesto PAIS, que se disparó luego de la devaluación que elevó el tipo de cambio en un 118% y ya explica casi el 10% de la recaudación.
De hecho, la recaudación del primer bimestre de 2024 fue la más baja en 9 años, según consigna el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Los tributos con mayor caída fueron Bienes Personales -64,7%, Combustibles -60,8% y Ganancias -38,7%. Como contrapartida, entre los de mayor aumento, se encuentran el impuesto PAIS 292,4%, derechos de exportación 126,6% y derechos de importación 26%. Por su parte, la recaudación de IVA aumentó apenas un 6,8%, bastante por debajo de la inflación.