El hallazgo del celular de Gabriela Arací Barrios representa un punto de inflexión en la investigación por su femicidio. El dispositivo, encontrado en el mismo pozo séptico donde estaba el cuerpo de la joven, podría aportar información fundamental sobre sus últimas horas con vida.

“El análisis del teléfono permitirá reconstruir los momentos previos al crimen y determinar responsabilidades”, explicó el fiscal Marcelo Soto, a cargo de la Fiscalía N°3 de Presidencia Roque Sáenz Peña. Las pericias incluirán la extracción de mensajes, registros de llamadas, ubicación por GPS y actividad en redes sociales, datos que podrían confirmar o refutar las versiones existentes sobre lo ocurrido el domingo del asesinato.

El hallazgo se produjo durante un allanamiento en la vivienda de Bruno Salvatierra, principal acusado del femicidio. En el mismo operativo, los investigadores secuestraron otros elementos de interés. Paralelamente, se realizó otro procedimiento en la casa de su hermano, Luis Salvatierra, quien finalmente fue detenido.

Según confirmó el fiscal, “existen testimonios y pruebas audiovisuales que ubican al hermano del imputado en la vivienda en el horario en que se habría producido el crimen y también más tarde, antes del hallazgo del cuerpo”. El hombre será trasladado a la fiscalía para su audiencia de imputación y la designación de un abogado defensor.

Las autoridades consideran que el contenido del teléfono de Gabriela podría esclarecer no solo el vínculo que mantenía con el acusado, sino también si hubo más personas involucradas en el hecho o en la posterior ocultación del cuerpo. Con el análisis de las pericias digitales en curso y una nueva detención en la causa, la investigación avanza hacia la reconstrucción completa de las horas finales de la joven que fue asesinada en Avia Terai.