Tras la denuncia de Fabiola Yañez contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género, el peronismo quedó paralizado, a la espera de poder medir el impacto político de la causa judicial y de los videos y los detalles que forman parte del expediente. Además, crece la expectativa por las derivaciones que podría alcanzar.
En ese contexto de crisis que algunos auguran como cuasi terminal, el peronismo sabe que necesita recuperarse rápido si quiere al menos dar la pelea e intentar perder la menor cantidad de bancas posible en 2025. La meta ya no es la sucesión del presidente Javier Milei en 2027, la urgencia es evaluar cómo llegar unido a las elecciones de medio término y bajo qué conducción.
El exmandatario es el presidente del Partido Justicialista en uso de licencia. Si bien durante el fin de semana circuló una supuesta carta con su renuncia, TN no pudo confirmar la veracidad del texto, aunque sí pudo saber que desde las bases hay una fuerte presión para que el Consejo del PJ se la pida.
Una denuncia que volvió al PJ al punto cero
Las esferas territoriales del partido habían iniciado hace unos meses contactos con el peronismo no kirchnerista, para intentar reeditar una alianza al estilo transversal propuesto inicialmente por Néstor Kirchner y que se fue resquebrajando con el correr de las gestiones presidenciales.
Pero el diálogo frecuente con fuerzas provinciales; con el peronismo cordobés de Martín Llaryora; con dirigentes que responden al gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; con el peronismo federal del bloque liderado por Miguel Ángel Pichetto, e incluso con el radicalismo que no está dispuesto a ceder ante la motosierra de Milei, también entró ahora en pausa.
“Nadie quiere quedar pegado a un expresidente golpeador”, argumentan dirigentes que habían empezado a delinear esa construcción política, hoy paralizada. La responsabilidad recae también sobre Cristina Kirchner, que no solamente fue su vicepresidenta, sino que lo eligió para encabezar la fórmula.
Sin embargo, algunos creen que allí mismo radica una esperanza para el partido. “Ahora, muchos le van a tener que dar la razón a Cristina cuando lo criticaba a Alberto y van a tener que reconocer que está siempre un paso adelante”, se entusiasma un referente del norte del país, que pide que la expresidenta asuma la conducción nacional del movimiento.
“El que tiene que pedir perdón es Alberto Fernández, por haber traicionado la confianza de ella; de haberla violentado también a ella; de haber traicionado a la militancia y a todo el pueblo argentino, porque quienes lo eligieron a Alberto, lo eligieron porque Cristina confió en él”, planteó en esa misma línea la camporista Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes.
Por ahora, esa parece una posición aislada, pero como se desconoce aún el alcance de la causa judicial y hasta dónde podría llegar dentro de la estructura partidaria, nadie se anima a darla por descartada.
Lo cierto es que, aunque las bases territoriales siguen presionando para que el PJ sea una alternativa válida a La Libertad Avanza de Milei, los máximos referentes del partido analizan antes de dar un próximo paso. Por caso, el excandidato presidencial, Sergio Massa suspendió su reaparición pública y Cristina Kirchner se limitó a condenar los hechos a través de las redes sociales.
Sin embargo, todos tienen claro que el peronismo está en búsqueda de nuevos liderazgos y que, tras la denuncia contra Alberto Fernández, las bases territoriales pueden terminan reclamando una renovación total. Algunos plantean que, en el contexto actual, sería la única salida de la crisis de representatividad que atraviesa el partido.