Diana Mondino baraja un movimiento de piezas dentro de la Cancillería para evitar la colonización de Karina Milei.
Como adelantó LPO, la hermana del presidente le sacó a Mondino la Agencia de Promoción de Inversiones y Comercio Exterior e impuso la designación junto con Santiago Caputo de la abogada Úrsula Basset como una suerte de interventora para ejecutar la linea anti Agenda 2030.
El punto es que Karina quiere que Basset sea formalmente la jefa de gabinete, cargo que ocupa actualmente Federico Barttfeld pero inició gestiones para salir a una embajada que podría ser la de Portugal.
Fuentes diplomática afirman que Barttfeld dice en los pasillos que «no aguanta más» y le dice a los suyos que se irá al exterior para no quedar pegado con una gestión a la que ya califican como errática e irresponsable y que tarde o temprano terminará con Mondino eyectada del cargo.
En este clima enrarecido, además del Jefe de Gabinete, los que se anotan para salir con el vicecanciller Leopoldo Sahores que quiere aterrizar en la embajada en Londres o en la Unión Europea y Gerardo «Gerry» Díaz Bartolomé que oficia como el responsable de la comunicación y busca ser transferido a Turquía.
En ese marco de inminente abandono del barco, Mondino no quiere quedar en soledad y tiene la intención de reemplazar a Barttfeld por el actual embajador en Alemania Fernando Brun, ex responsable de Relaciones Internacionales en la Secretaría de Asuntos Estratégicos de Gustavo Béliz y, como reveló en exclusivo LPO, podría entrar al gobierno de la mano de Guillermo Francos. Aparentemente, la ministra «se enamoró» de Brun en un viaje a Alemania y desde entonces lo quiere cerca de la gestión.
Esta sería la manera de Mondino de frenar la designación de Basset como Jefa de Gabinete y perder definitivamente el control de la Cancillería. Esto sería un desplante para Karina porque lo tiene apuntado a Brun luego del comunicado de prensa del alemán Olaf Scholz que dijo que piense en los pobres de Argentina a la hora de pensar sus reformas.
La secretaria general de la Presidencia acusa al embajador de haber negociado mal ese comunicado y, según pudo saber LPO, le dijo a Milei: «No se preocupe, presidente, yo hablo bastante alemán y no van a incluir nada crítico». Eso no ocurrió.
El Jefe de Gabinete no tiene control de la botonera ni incidencia en la Junta que define los ascensos pero sería una persona de confianza en medio de un ministerio sitiado por el núcleo duro de Milei. «Quiere alguien que le cuiden la espalda», sentenció una fuente al tanto de la situación.
De todas formas, si bien Brun no tendría intenciones de volver al país, antes de la llegada de Milei al gobierno intentó gestionar su llegada como vicecanciller en reemplazo de Pablo Tettamanti. Con una posible salida de Sahores y la imposibilidad de evitar la designación formal de Basset como Jefa de Gabinete, ser el número dos de Mondino no sería una mala opción.
Un incentivo para regresar al país podría ser la promesa de ascenso a Embajador. A pesar de ser el representante de la sede diplomática en Berlín, el ex funcionario albertista no tiene el rango asignado pero puede ejercer ese cargo por ser ministro de Segunda dentro de la jerarquía diplomática. «Si le prometen reflotar el ascenso se vuelve», asegura alguien que lo conoce.