Martín Lousteau ingresó al recinto a las 10:09 para dar quórum y terminó de disipar las dudas que mantenían en vilo al oficialismo sobre la chance de fracasar en el inicio de la sesión por la Ley Bases y el paquete fiscal. Minutos antes del horario de la convocatoria, ya habían ingresado los senadores de PRO Luis Juez y Carlos De Angeli.
La tercera en hacerlo fue la neuquina Lucila Crexell, envuelta en el escándalo de haber negociado con la vicepresidenta Victoria Villarruel su designación como embajadora argentina ante la UNESCO a cambio de votar a favor de los proyectos del oficialismo.
El quórum también se logró gracias al aporte de los peronistas Edgardo Kueider y Camau Espínola, que no integran el interbloque Unión por la Patria. Lo mismo hizo la cordobesa Alejandra Vigo.
Otra que se sentó en su banca fue la rionegrina Mónica Silva, que responde al gobernador Alberto Weretilneck, que como contó LPO consiguió una rotonda en Choele Choel a cambio de dar su voto.
Los misioneros Carlos Arce y Sonia Decut, que responden a Carlos Rovira, también aportaron al quórum, lo mismo que los radicales Maxi Abad y Pablo Blanco que en algún momento amagaron con rebelarse.
El kirchnerismo no logró frenar el arranque de la sesión, pero al menos mantuvo sin fisuras su bloque y ninguno de los 33 senadores ayudó al gobierno. Con reveló LPO, Guillermo Francos presionó fuerte al gobernador catamarqueño Raúl Jalil para que aporte al quórum en caso de complicarse. Los otros que no se sentaron fueron los santacruceños Carambia y Gadano.
La sesión quedó formalmente abierta a las 10:15, con el ingreso de los misioneros Martín Goerling y Carlos Omar Arce. Su demora provocó alguna zozobra: el formoseño Francisco Paoltroni pegó un grito celebratorio cuando Goerling atravesó el umbral del recinto, mientras que Villarruel tuvo que pedirle a Arce que se logueara para que se abriera el trámite legislativo.
El dato curioso es que la UCR y el macrismo se sentaron a sus bancas antes que los libertarios, mientras que la Vicepresidenta aguardaba su llegada desde el estrado. En sus planes, figuraba la idea de no permitir que se produjeran demoras o dilaciones en el debate porque el oficialismo apuesta a votar la ley ómnibus antes que Javier Milei parta rumbo al G7.
Sin embargo, la oposición pretende discutir con ferocidad los proyectos, esperando que cualquier percance complique la sanción de las normas. De todos modos, nada cambiará formalmente: si Villarruel no está en su banca y hay un empate, quien desempatará será el presidente provisional Bartolomé Abdala.